¿Qué son los ingresos pasivos y por qué deberías generarlos?

En este artículo te voy a explicar qué son los ingresos pasivos y voy a tratar de convencerte de que es necesario que ya mismo empieces a ver la forma de generarlos.

¿Qué son los ingresos pasivos?

La definición más formal es la que dice que los ingresos pasivos son los ingresos que percibes por el trabajo que ya has hecho. En otras palabras, es hacer algo una vez y cobrar de forma infinita por eso.

Un caso claro de ingresos pasivos son los derechos de autor. Por ejemplo, un músico compone una canción que es un hit y perdura más allá de las épocas. Cada persona que quiere reproducirlo o interpretarlo debe pagarle a ese músico.

Escribir un libro es también otra forma de generar ingresos pasivos. Si el libro es bueno, entonces se venderá y siempre estará disponible para que alguien lo compre.

Sin embargo, estos son solo ejemplos y no estoy hablando de los ingresos pasivos en la era digital.

La definición que a mí me gusta

Cuando un amigo me pregunta qué son los ingresos pasivos, me gusta decirle la siguiente frase:

Los ingresos pasivos consisten en todo el dinero que gano mientras estoy durmiendo.

Prefiero esa frase porque me parece más contundente. Yo estoy durmiendo (o haciendo cualquier otra actividad) pero sigo ganando dinero. Poco, quizás, pero dinero al fin.

En la era digital cualquier persona puede generar ingresos pasivos. Para poder hacerlo se necesita una idea, trabajo arduo y mucha paciencia. Roma no se construyó en un solo día y tu estructura de ingresos pasivos tampoco.

Por qué generar ingresos pasivos

El principal motivo de generar ingresos pasivos es obvio. La idea es no trabajar y ganar dinero. Pero no por el objetivo de no trabajar en sí mismo, sino por el hecho de que tu tiempo tiene un precio y el día solo tiene 24 horas.

Lo voy a explicar de otra manera para que lo entiendas mejor.

Si cobrás 100 unidades monetarias (pesos, dólares, euros, caramelos o lo que quieras) por hora, en un día podrás trabajar como mucho 9 horas. Lo que equivale a 900 unidades. Supongamos que te esforzás más y trabajás más horas para poder obtener más dinero, podrás llegar a las 12 horas y alcanzar unas 1200 unidades.

Y podrías seguir intentando esforzarte más para generar más dinero, pero el día tiene un máximo de 24 horas y vos necesitás comer, dormir y descansar.

Por lo tanto, seas freelancer o trabajes en relación de dependencia, tu capacidad para generar dinero trabajando tiene un límite.

Las alternativas que te quedan es subir el precio la hora, algo que muchas veces no está en tus manos o que puede ser riesgoso, porque te podés estar yendo muy por encima de lo que dicta el mercado.

La otra es desarrollar una estructura de ingresos pasivos que te aporten por día (o por semana o por mes) un ingreso fijo. Un colchoncito de dinero sobre el que te puedes apoyar y con el que siempre podrás contar.

Por supuesto que también podés invertir dinero, pero eso ya tiene un riesgo monetario. No me voy a meter igual en ese tema dado que este sitio no es sobre inversiones financieras.

La idea de todo esto es que ese ingreso extra se genere de algo que hayas hecho una vez y que te siga dando dinero mientras trabajas en otra cosa. Es decir, no vas a dejar de trabajar porque tenés ingresos pasivos. Vas a seguir trabajando en otra cosa, sabiendo que tenés un ingreso extra ya asegurado.

Cómo crear ingresos pasivos

Lo que seguramente querés saber es cómo crear ingresos pasivos. Bueno, la fórmula ya te la expliqué. Tenés que buscar algo que te dé dinero mientras estás durmiendo.

Sí, ya sé. Ponerte a pensar en una actividad que te genere ingresos pasivos es complicado. Por suerte hay algunas temáticas conocidas que funcionan. Son las siguientes:

• Crear un blog que se monetice con publicidad y marketing de afiliación (recomendando productos o servicios). La clave aquí es generar buen contenido que el público quiera consumir.
• Crear un canal de YouTube y monetizarlo. Esto está de moda en estos momentos y hay personas que se han hecho ricas. La desventaja es que para poder competir con otros youtubers hay que tener un nivel importante de producción, además de generar buen contenido.
• Escribir un libro y venderlo online. En este caso es importante tener algo claro que transmitir sobre un tema en particular. Hay que volcar la información de forma ordenada y darle el formato propio de un libro. También hay que saber promocionarlo.
• Crear un curso online. Si sabés sobre algo y sos bueno explicando, entonces podés crear un curso en alguna plataforma educativa como Udemy o Tutellus y esperar que la gente lo compre.

Generar ingresos pasivos sin obsesionarse

Al momento de escribir este artículo, los ingresos pasivos representan una parte de mis ingresos. No vivo obsesionado con que los ingresos pasivos me cubran todos mis gastos. Los considero simplemente un buen complemento.

De a poco, como una hormiga, trabajo para que se expandan y para que en un par de años me cubran todavía más mis gastos.

Si estás comenzando por este camino tenés que tener mucha paciencia y entender que no vas a lograrlo de un día para el otro. A mí me llevó unos 5 años tener una estructura mínima que me cubra parte de mis gastos.

Pero… no todo es tan sencillo

Algo más que es necesario aclarar es que no siempre es trabajar una única vez para generar ingresos. A veces funciona, pero en la mayoría de los casos vas a tener que trabajar al menos un poquito para mantener actualizado lo que sea que vendas.

Si es un curso, tendrás que actualizarlo a las nuevas corrientes, ideas y tecnologías. Si es un libro o un blog, deberás ver que no quede obsoleto con el paso del tiempo.

También hay que considerar que no estás solo en este camino. Hay mucha otra gente que competirá contra vos tratando de quedarse con el público que te genera los ingresos pasivos. Eso en realidad es bueno porque te obliga a esforzarte más y ser más creativo. Pero también es cierto que te lo pone más cuesta arriba.

En síntesis, tener ingresos pasivos es algo a lo que deberías aspirar. Cuanto antes empieces, antes obtendrás beneficios. Podés crear un sitio web, un canal de YouTube, escribir un libro, armar un curso o cualquier otro producto que consideres que se pueda vender.

Lo más importante es que tenés que tener paciencia y no obsesionarte con el tema.