En este artículo te voy a contar acerca de mi experiencia visitando el hotel cápsula City Hub de Rotterdam, en Holanda.
Primero hablaré un poco sobre los hoteles cápsulas en general. Luego, haré una descripción general sobre cómo es el hotel City Hub de Rotterdam donde pasé una noche. A continuación me centraré en mi experiencia personal, que no fue nada buena. Finalmente mi recomendación para quienes quieran vivir una experiencia cyberpunk en un lugar como estos.
Contenido
Los hoteles cápsula
Los hoteles cápsula son albergues temporales donde en vez de haber una habitación, hay un espacio reducido para cada huésped y el resto de las instalaciones son compartidas.
Estos espacios se denominan cápsulas y están dispuestas una al lado de la otra, numeradas para poder ser identificadas, tal como las habitaciones de los hoteles.
En su diminuto espacio una persona puede acostarse y quizás sentarse, dependiendo de la estatura y de la altura de la cápsula. Las cápsulas tienen un colchón que cubre todo o casi todo el espacio y hay también algunas funcionalidades extras como iluminación, calefacción, ventilación y conectores para cargar dispositivos.
Los hoteles cápsula surgieron en Japón. El primero de ellos abrió en 1979.
La principal ventaja de este tipo de hoteles es que son económicos. Están pensados principalmente para personas que buscan un lugar para dormir por las noches con instalaciones sanitarias incluyendo duchas.
Originalmente los hoteles cápsula son de Japón. El primero de su clase apareció en Osaka, en 1979. En los últimos tiempos se extendieron por el resto del mundo, incluyendo países como Australia, Rusia y Holanda.
Precisamente del hotel cápsula de Rotterdam, en Holanda, te voy a contar a continuación.
¿Qué me llevó a querer ir a este hotel? No fue del todo una decisión mía, pero el vínculo entre los hoteles cápsula y el movimiento cyberpunk me animó a ir.
Como muchos elementos del Japón moderno y tecnológico de los años ochenta, las habitaciones cápsulas fueron tomadas por el género cyberpunk, llegando a constituirse como algo asociado a él. La novela Neuromante, de William Gibson, describe una intensa escena en una de estas cápsulas.
De algún modo, creí que pasar al menos una noche en un hotel cápsula me haría sentir una experiencia cyberpunk en primera persona. Y en parte, así fue.
El hotel cápsula City Hub, de Rotterdam, en Holanda
Ahora te comentaré sobre este hotel, o hostel en realidad, que se llama City Hub y que está en Amsterdam y también en Rotterdam. Yo te contaré acerca de este último.
Ubicación
El nombre del hotel es City Hub y se encuentra en el centro de Rotterdam, en los Países Bajos. La misma calle donde está situado el hotel es atractiva para el turismo joven debido a que está repleta de bares por más de tres cuadras. Estos bares abren hasta la madrugada y cierran sus puertas entre las 4 AM y las 5 AM.
También en esa zona se encuentran desperdigados varios coffee shops donde, bueno… no es café precisamente lo que se consigue allí. Justo enfrente del hotel hay uno y a la vuelta, otro más.
Precio
Con respecto al precio, basta ver en Booking o en cualquier otra plataforma, que City Hub es mucho más económico que cualquier otro hotel de la zona. Verás que aparece como hotel de una estrella.
Al momento de escribir este artículo, el precio se encuentra alrededor de los 50 dólares la noche.
Check In
Reservamos una cápsula en el hotel City Hub con mi novia y nos fuimos hacia Rotterdam para conocer la ciudad y pasar una noche allí. La reserva al hotel es como en cualquier otro, en nuestro caso, a través de Booking. Los horarios para hacer el check in son similares también a los de cualquier otro hotel.
Al llegar, nos atendió una chica en inglés, vestida de manera informal, sin ningún tipo de identificación, y nos derivó a una terminal con pantalla touch y una app amigable donde realizamos un auto check in. Es decir, cargamos nuestros datos personales y seleccionamos el tipo de cápsula entre dos posibilidades: abajo o arriba. Más adelante te explico la diferencia.
En el hotel City Hub se utilizan pulseras con chips para entrar al lugar, abrir puertas en el interior, activar ascensores y acceder a cada una de sus instalaciones comunes, como por ejemplo los baños. Esa misma pulsera sirve de llave para abrir la cápsula asignada y para retirar bebidas y golosinas de las máquinas expendedoras. Es decir, estas pulseras son como llaves universales y es importante no perderlas.
El último paso del check in consistió justamente en tomar una pulsera de muchas de colores que hay para elegir y configurarla como propia. Fue super fácil de hacer. La misma app nos fue guiando y en un momento solamente hay que acercar la pulsera a la pantalla para sincronizarla con nuestra cuenta.
A partir de ese momento, las pulseras (una para cada una) quedaron activadas y se convirtieron en nuestras llaves personales. Ahí mismo nos fue asignada un número de cápsula que ya teníamos a nuestra disposición.
El hotel por dentro
Tras pasar una fachada completamente vidriada, bastante moderna, está el lobby del hotel que es pequeño. Allí se encuentran las terminales para hacer check in y check out y hay también sillas y algunas mesas. Pasé en distintos horarios por allí y siempre había gente conversando. No pude diferenciar nunca cuáles eran los huéspedes y cuáles los empleados del hotel.
La ambientación del hotel es muy cyberpunk, con muros, escaleras y pasillos con un toque industrial. Hay grietas, rejas y paredes rotas intencionalmente para dar una atmósfera futurista y también distópica. No diría que es rústico, puesto que los detalles están muy cuidados.
Teniendo en cuenta la ambientación es difícil determinar el nivel de pulcritud, pero puedo decir que en cuanto a pasillos y accesos, el hotel estaba impecable. De igual manera los baños.
El hotel tiene varios pisos a los que se acceder por ascensor o por escalera. En el sector principal de cada uno de esos pisos se encuentran las cápsulas y por cada piso hay un baño para damas y otro para caballeros.
Los baños cuentan con duchas, cada una de ellas cerrada y separada de la otra. En las cápsulas hay toallas y también batas para poder utilizar.
Sector de cápsulas
El sector de cápsulas tiene pasillos en los que se disponen bloques de dos cápsulas, pegadas en hileras. A su vez, estas hileras quedan enfrentadas entre sí.
No puedo confirmarlo pero las cápsulas parecen ser de un plástico duro o quizás de algún material un poco más resistente. Si bien vibran un poco cuando uno se mueve dentro, es prácticamente lo mismo que con las paredes de los hoteles clásico.
¿Te acordás que comenté que al hacer check in elegimos la disposición de la cápsula?
Eso es porque cada cápsula está en un bloque donde hay contenidas dos cápsulas. Las dos tienen una entrada vertical, pero una tiene dispuesta la cama arriba y la otra, debajo. Nosotros elegimos la que tiene la cama arriba. Estoy seguro que durante nuestra estadía nadie ocupó la cápsula de abajo.
La puerta se abre acercando la pulsera al picaporte y una vez adentro, no hace falta usarla para abrir y salir.
La cápsula por dentro
Al entrar a la cápsula hay una especie de espacio que funciona como recibidor. En ese lugar hay espacio para colgar abrigos y apoyar algunos objetos como bolsos y valijas. También allí se encuentra la escalera para subir a la cama. Esta es bastante empinada y nada recomendable para personas con movilidad reducida. Si es tu caso, mejor elegir la cápsula de abajo.
De un vistazo lo primero que pude comprobar era algo que ya había percibido en las fotos de que había visto del hotel: estas cápsulas no son como los claustrofóbicos recintos de los hoteles que se ven en Japón. Hay bastante espacio para moverse adentro. Incluso, en el recibido, al ingresar, se puede estar parado.
Las cápsulas no son claustrofóbicas como las que se ven en hoteles de Japón. Disponen de más espacio.
Estando en la cama acostado se puede estirar el brazo hacia arriba y apenas rozar el techo. También es posible sentarse en la cama de forma erguida. La cama es bastante ancha e inmensa. Viene con una única colcha cómoda y grande. A los costados de la cama hay lugar para apoyar el teléfono celular y también tomacorrientes y conectores USB para usar.
De un lado de la cápsula hay una persiana moderna que da al pasillo. Se puede poner en una posición para que quede completamente cerrada y así tener mayor privacidad.
Al final del artículo te dejo un video de unas chicas holandesas que te muestran cómo es la cápsula por dentro.
La app para controlar la cápsula
Un aspecto interesante de City Hub es que tiene una app que se puede bajar e instalar de forma gratuita para controlar algunas funcionalidades de la cápsula. En realidad, dos funcionalidades puntuales.
Por un lado, la posibilidad de iluminar la cápsula con un color en particular. La iluminación LED del interior de la cápsula emite luz también hacia afuera. Aquí la idea es darle tu propia identidad a la cápsula.
La cápsula también tiene parlantes y mediante la app es posible vincularte a ellos para reproducir audio. De esta forma podés poner la música que quieras dentro de tu cápsula.
Wi-fi y conexión a internet
El hotel cuenta con Wi-fi y al ingresar nos dieron sin cargo un pequeño access point o modem portátil para llevar con nosotros adonde vayamos y así tener internet. Nos aclararon que en caso de perderlo, había que pagarlo.
Tengo una severa crítica con esto, pero la dejo para la parte donde te cuento mi experiencia propiamente.
Check out
El check out es incluso más sencillo que el check in. Luego de avisarle a la persona a cargo en el lobby, fuimos nuevamente a las terminales en las que hicimos check in, para hacer el check out.
Allí seguimos los pasos que la app va sugiriendo y finalmente dejamos las pulseras «mágicas» antes de irnos y abonamos lo que consumimos de las máquinas expendedoras.
Mi experiencia personal en lo particular
Hasta aquí fui lo más objetivo que pude haciendo una descripción neutral del hotel. A continuación, voy a contarte todo lo que salió mal en mi visita que, ya te digo, por suerte, fue solamente de una noche.
Tengo que aclarar que estaba muy cansado el día que me hospedé allí y que quizás parte de ese cansancio me hizo ver todo un poco peor.
El ascensor no funcionaba
Luego de hacer el check in nos dirigimos al ascensor, para subir apenitas dos pisos. Por más que acercábamos las pulseras, este nunca arrancó. Como no era demasiado lo que había que subir, fuimos por escaleras. Hasta ahí, no más que un detalle.
Nunca tuve Wi-fi
Nunca me dieron la clave y tampoco cuando pasé por el lobby supe a quién pedírsela. En la app no figuraba, ni tampoco en los pasillos. Quizás buscando en internet la hubiera encontrado o si me topaba a alguien a cargo se la hubiera pedido y listo.
El modem portátil nunca funcionó a pesar de que realizamos los pasos que nos dijeron que había que realizar para conectarse. Al final, lo dejamos en la cápsula por miedo a perderlo y tener que pagar la reposición.
Como tenía internet en el celular todo esto no me pareció grave. Simplemente un poco desprolijo, teniendo en cuenta que se trata de un hotel tecnológico.
Baño del piso clausurado
Lo que sí me molestó fue ir al baño que correspondía a mi piso y ver que estaba clausurado. Un simpático cartelito decía que disculpe las molestias pero que el baño no estaba disponible y luego me sugería usar los baños de los otros pisos.
El problema fue que las tres veces que fui me encontré con todos los baños ocupados. Imagino que eso ocurrió porque todo un piso tuvo que ir a los baños de los otros. Quizás simplemente tuve mala suerte en las oportunidades que fui.
En ningún momento pude ir al baño en el hotel. Por suerte, en otras actividades que llevé adelante durante el día tuve acceso al baño y no sufrí ningún percance de salud.
Debo admitir que después de este incidente, mi predisposición en general ya no fue nada buena.
Espacios compartidos y falta de privacidad
Entiendo que cuando uno acepta ir a un hotel de estas características comprende que los espacios en común se comparten. Lamentablemente esto hizo que no me sintiera cómodo en ningún momento.
Caminar por los pasillos y cruzarse con gente recién levantada, yendo y viniendo del baño en bata, no es lo mío.
Quizás esto sea un tema generacional. Sea cual fuere el motivo, gran parte del tiempo me sentí expuesto, motivo por el cual no pude dormir en ningún momento.
Claustrofobia
Yo no soy claustrofóbico pero cuando pasan horas y no te podés dormir, una cápsula como esas se convierte en un ataúd. Es similar a lo que ocurre cuando hacés un viaje de más de 10 horas en avión y no podés pegar un ojo. Aguantás y aguantás, pero llega un momento en que no podés más.
En el avión te parás y caminás por los pasillos. En mi caso, me fui del hotel y me puse a caminar por Rotterdam a las 3 AM. Ahí descubrí otro punto en contra.
Feo ambiente
Es muy subjetivo lo que voy a contar aquí, pero al cruzar el lobby de noche y salir no me encontré con un ambiente amigable. La puerta del hotel abierta y mucha gente entrando y saliendo. Y todavía más gente en la puerta del hotel.
No quiero ahondar demasiado en el tema para no herir susceptibilidades. A buen entendedor, pocas palabras.
Un punto a favor del hotel cápsula
Después de esta descripción vas a pensar que no hubo nada bueno en esta experiencia, pero no fue así.
En este recuerdo de mi experiencia en el hotel cápsula de Rotterdam, quiero destacar algo muy bueno que tuvo mi estadía allí y fue el silencio que había en la sección de cápsulas.
Cada tanto se podía escuchar a alguien hablando, pero en general, en voz baja y sin molestar a los demás. Contrario a lo que podría llegar a pensar a priori, no se escuchaba música ni nada por el estilo que saliera de las cápsulas vecinas.
Recomendación final
Quizás después de leer mi experiencia creas que no te recomiendo el hotel cápsula de Rotterdam, pero no es así. Mi experiencia fue muy particular y estuvo condicionada por el cansancio que tenía. Sumado a esto, tuve que ceder ante algunas comodidades que a mi edad (treinta y pico) ya no negocio. Además, me hospedé solamente una noche.
No puedo dejar de mencionar también que City Hub es un hotel de una estrella que tiene más de hostel que de hotel y, que acumula excelentes recomendaciones.
En síntesis, te voy a decir en qué casos sí te recomiendo esta experiencia del hotel cápsula y en qué casos no.
Cápsula Sí
- Si sos joven, digamos menos de 25 años, y vas a estar de paso por allí, usando el hotel simplemente para dormir, pasando todo el día afuera.
- No tenés claustrofobia ni te incomodan un poquito los espacios pequeños y cerrados.
- No necesitás ningún servicio típico de hotel clásico.
- No te importa compartir lugares comunes con otras personas, incluido el baño.
- Te gusta conocer a otras personas y compartir momentos con otros viajeros.
- No tenés dinero para pagar un hotel mejor.
- Buscás una experiencia diferente en materia hotelera.
Cápsula No
- No sos tan joven. Más de 25 y con alma de viejo (como yo).
- Si estás acostumbrado y te gusta experimentar las comodidades de los hoteles clásicos, más allá de la cantidad de estrellas.
- No negociás tu privacidad y requerís de una habitación y un baño individual.
- Sos claustrofóbico.
- Podés pagarte un hotel mejor.
- No te interesa vivir ningún tipo de experiencia cyberpunk.
Resumiendo
Hasta aquí el artículo con mi experiencia en el hotel City Hub de Rotterdam, en Holanda. Espero que todo lo que conté te sirva de referencia para decidir si hospedarte allí o no.
Mi sugerencia es que ante la duda, lo hagas. Es preferible arriesgarse a vivir algo nuevo y distinto, que hacer siempre lo mismo. En el peor de los casos, vas a tener una anécdota para contar. Como lo hice yo aquí.
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