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¿Dónde quedó el código perdido?

En las últimas semanas retomé mi trabajo como desarrollador freelancer luego de un impass. Si bien estoy contento con el regreso, no todo es fácil.

Ahora me encuentro en otro país, carente de contactos y ajeno a la realidad laboral. Nadie me conoce y no tiene por qué creerme cuando le explico lo que puedo hacer.

A mis 39 años me encuentro sin un portfolio y sin nada que mostrar para convencer a un potencial cliente que piense en contratarme.

Esto me hace pensar, ¿adónde fue todo el código que escribí durante tantos años?

Al pensar en esto, al principio me sentí culpable, pero después de darle unas vueltas en mi cabeza me di cuenta que tampoco había mucho por hacer para evitar esta situación.

Llegué a la conclusión de que escribí diferentes tipos de código y que ninguno ha sobrevivido. A continuación voy a explicar cada uno de ellos.

El código obsoleto

La mayor parte del código que escribí durante muchos años ha quedado obsoleto. Las tecnologías evolucionan y lo que antes se hacía de una manera hoy se hace de otra diferente o, incluso, ni siquiera se hace.

Por lo tanto, acumular cientos de archivos escritos en lenguajes pretéritos y con técnicas vetustas no tiene mucho sentido.

El código privado

Cuando pienso en todo lo que programé, mi mente se va principalmente a aquellas tardes cuando trabajaba en una empresa. Y  también a las tardes (y mañanas y noches) que siguieron a esa etapa. ya como freelancer. Habrán sido unos 10 años seguidos donde le daba duro al código.

Todas esas líneas de programación no eran chiste. Formaban parte de diferentes sistemas que resolvían problemas puntuales a clientes importantes. Estoy hablando, sin dudas, del código más relevante que he escrito. Código útil que me daba dinero y que cumplía con la función social de ayudar a alguien en su negocio.

Si bien gran parte de ese código cae también en la categoría anterior de obsoleto, hay componentes interesantes, logros destacados que podrían embellecer técnicamente un portfolio.

Sin embargo, no es algo que pueda compartir. Este código ha sido vendido y pertenece al sistema de mi cliente. Es privado. Y yo no puedo exponer la estructura interna de un sistema sin comprometer su seguridad y sin poner en evidencia procesos internos de mis clientes.

El código de prueba y para aprender

En GitHub tengo varios proyectos públicos. Esos sí pueden ser parte de un portfolio. El problema es que la mayoría de esos proyectos los hice en tecnologías nuevas que estaba y aún estoy aprendiendo.

¿Qué tan bien están? ¿Es adecuado que estén en exposición con mi firma? ¿Es lo que quiero que un cliente vea de mí?

Bueno, claramente no. No es ni por cerca el mejor código que he escrito. En muchos casos, son sistemas muy básicos en tecnologías que estuve estudiando. Y en otros casos, son solamente pruebas sueltas que alguna vez realicé.

Generando un portfolio

El tiempo para generar un portfolio

Al darme cuenta que todo el código que escribí no puede ser exhibido, me queda la duda de si estuve mal en no generar un portfolio.

En realidad, el portfolio habría que generarlo… y mantenerlo. Porque si no, corre la suerte de quedar obsoleto en muy poco tiempo.

Lo cierto es que para tener un portfolio hay que tener tiempo. Tal vez, tiempo entre trabajos, para intentar tomar algo de todo ese código laboral y privado, para convertirlo en un módulo o un paquete, con moño y todo.

O tiempo fuera del trabajo, para crear algo un poco más grande que se luzca.

Un side project pero en serio

La otra alternativa a generar un portfolio es tener un side project, pero uno en serio. Me refiero a crear y mantener un paquete.

Escuchando el podcast de Jeffrey Way, de Laracasts, entendí todo lo que conlleva realizar este trabajo. Realizar un buen diseño de programación, codificar la implementación, colaborar con otras personas y, encima, soportar las críticas y presiones para resolver bugs o agregar nuevas features.

¡Uf!, la verdad es que creo que eso es equivalente a conseguir otro empleo, pero sin que te paguen. Es algo que hubiera hecho en mis veintes, pero ahora ya no.

Conclusión

Perdón si te defraudo con el cierre de este artículo, pero de todo esto por el momento, no he sacado aún ninguna conclusión.

Me gustaría leer experiencias y comentarios de otros programadores, especialmente de los que ya tienen algo de experiencia y han trabajado los últimos años de freelancers. ¿Tienen portfolios? ¿Tienen un side project serio?

Gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Hasta el próximo artículo de Crónicas Freelancer.

Categorías: Programación
Alejandro De Luca: Soy programador web freelancer y blogger. Desde hace más de 6 años me desempeño de forma independiente. Reúno en este espacio experiencias y pensamientos sobre el modo de vida freelancer.