Cómo es vivir en La Haya, Holanda

En este artículo te voy a contar cómo es vivir en La Haya, la capital administrativa de los Países Bajos, al que comúnmente llamamos Holanda. Te voy a resumir lo que me pareció más importante de mi estadía que ya se acerca al año.

Primero, me gustaría contarte que lo que me llevó a La Haya fue el amor. Ni el turismo ni tampoco el trabajo. Simplemente me enamoré y seguí los pasos de mi esposa que actualmente trabaja en el exterior.

Como soy freelancer, desde el punto de vista laboral prácticamente no me afectó. Así que seguí trabajando como siempre, haciendo algunas pausas cada tanto para conocer la ciudad y lugares que están cerca.

Empezaré contándote algunos datos generales de La Haya, luego pasaré a explicarte cómo es la vida cotidiana y finalmente haré una selección de atracciones que tiene esta hermosa ciudad costera.

La Haya, capital administrativa

La Haya es una ciudad de los Países Bajos que se encuentra en la provincia de Holanda Meridional. Está a unos 65 km. al oeste de Amsterdam y a unos que 23 km. al norte de Rotterdam. Para que tengas una idea, ir en tren de Amsterdam a La Haya son aproximadamente unos 50 minutos de viaje en tren.

El nombre original de esta ciudad en holandés es Den Haag y en inglés la encontrarás como The Hague.

La Haya es la sede administrativa de los Países Bajos. Allí está el parlamento, la casa de gobierno y el palacio real. No hay que olvidar que el sistema de gobierno de Holanda es una monarquía constitucional.

Pero además de los organismos locales y los distintos ministerios holandeses, en La Haya también está lleno de organismos internacionales como la Corte de Justicia Internacional y la Corte Penal Internacional. A estos se le suman todas las embajadas y consulados de los países del mundo.

Los canales

Una de las particularidades de Holanda son los canales. Secciones de agua que dividen calles y que son cruzadas por bonitos puentes. En La Haya hay canales pero no tantos como en Amsterdam.

El paisaje es pintoresco y la arquitectura combina a la perfección con los canales convirtiendo cada calle de la ciudad en una hermosa postal.

El clima de La Haya

Hasta el momento me tocó vivir el invierno y parte de la primavera. El clima es frío y bastante predecible. Durante dos semanas la temperatura se mantuvo en promedio en los 7°C.

En esta época invernal el cielo se mantiene nublado casi todos los días y suele haber una llovizna mínima para la que no se necesita paraguas. Algunos días de invierno nieva, pero el paisaje nevado no es característico de la ciudad.

Una particularidad de esta ciudad y de los Países Bajos en general es que hay mucho viento. En algunos días se hace tan fuerte que es complicado caminar por la calle. Y, por supuesto, hace que la sensación térmica descienda por debajo de los 0°C.

Dentro de las casas el frío no se siente porque todas vienen con calefacción incluida. Lo que no tienen es aire acondicionado porque no están acostumbrados a temperaturas altas.

Me contaban que hace unos años hubo una ola de calor en un verano de Europa y las temperaturas ascendieron por encima de los 30°C en todos los Países Bajos. Algo inusual que los agarró desprevenidos.

Cuando pase el verano les contaré más sobre cómo es el clima en esta estación y cómo se aprovecha para ir a la playa.

La vida cotidiana en La Haya

A continuación voy a enumerar sin un orden especial algunas cuestiones que me parece importante resaltar sobre cómo es vivir en La Haya.

Tranquilidad

Lo primero que encuentro más destacable es la paz y la tranquilidad que hay en esta ciudad. Si bien viven 500.000 personas, no parece haber mucha gente y es común encontrar calles desoladas.

El centro de la ciudad tiene un poco más de movimiento pero es incomparable con grandes centros urbanos como por ejemplo Buenos Aires, al que más acostumbrado estoy, o incluso Amsterdam y París, ciudades que he conocido.

Decir que La Haya es un pueblo es excesivo, pero en algunas zonas se puede apreciar una paz similiar al de una ciudad pequeña.

En cuanto a la seguridad, en mi corta estadía no presencié o sufrí ningún hecho delictivo ni vi nada raro o ilegal.

He caminado solo con tranquilidad de madrugada tanto en La Haya, como en Amsterdam y en Rotterdam.

El idioma neerlandés

Los holandeses hablan en neerlandés, una lengua flamenca que se parece al alemán, tiene mucho del inglés y pequeños aportes del francés y el español.

Lo bueno es que gran parte de los holandeses son bilingües y pueden hablar con facilidad en inglés. Basta con preguntarles o simplemente lanzar un «Good morning» y ellos automáticamente cambian el chip y salen hablando en inglés. Quizás la excepción sea la gente mayor y personas que viven en zonas rurales o más alejadas de los centros urbanos.

A diferencia de los franceses, que se rehúsan a hablar en inglés, a los holandeses parece darles lo mismo hablar en un idioma u otro. Esto facilita mucho la integración. Por supuesto que no van a hablar en inglés para trabajar, pero sí para atender clientes.

Respecto al idioma neerlandés, no es tan fácil de aprender, pero es recomendable tener algunas nociones para vivir en Holanda. Especialmente para cuando vas al supermercado y tenés que elegir los productos para comprar.

En síntesis, si te vas a quedar por un periodo de tiempo limitado, no tiene sentido aprender neerlandés. Alcanzará con que sepas inglés.

Horarios

Los holandeses manejan a grandes rasgos los mismos horarios que en todo el mundo. Se despiertan temprano y la jornada laboral es, en general, de 9:00 a 17:00 hs.

Sin embargo, tienen tendencia a irse a dormir muy temprano. Si salís después de las 21:00 hs. a la calle es probable que no te cruces con nadie. Además, vas a encontrar pocos locales abiertos. La gran mayoría cierra antes de las 22:00 hs.

Y si vas a salir a comer tenés que calcularle de llegar aproximadamente a las 20:00 hs. o antes, porque ya después es demasiado tarde. Por supuesto que hay excepciones, pero por lo general los restaurantes y bares cierran temprano las cocinas. Esto es así en La Haya y en toda Holanda.

Los fines de semana son como en todo el mundo. A algunas personas les toca trabajar pero a la gran mayoría no. Los que no trabajan salen a divertirse y a distenderse un rato.

Las compras

En cuanto a hacer las compras hay varios temas a tener en cuenta. En principio y como ya mencioné, en general la gente que atiende los negocios sabe suficiente inglés como para poder manejarse. Pero hay otros aspectos importantes a tener en cuenta.

Las tarjetas de crédito

Los holandeses no usan tanto la tarjeta de crédito. En cambio, tienen todos una tarjeta de débito que la utilizan para pagar en los locales y también al comprar por internet.

El problema que tuve en reiteradas ocasiones es que la tarjeta de crédito que tengo no posee chip y hay que pasarla por la banda magnética. Los holandeses no conocen ese sistema de «pasar la tarjeta» y si bien los posnets permiten pasar la tarjeta así, ellos un poco desconfían.

Lo bueno es que uno no le entrega la tarjeta para que la pase al personal de la caja, sino que se la puede pasar uno mismo.

A la hora de pagar hay que avisarle al cajero que se va a pagar con PIN. Ellos llaman PIN a la tarjeta de crédito o de débito.

Así que si vas a ir a Holanda, lo mejor es llevar una tarjeta de crédito que tenga chip. Si bien, en general, todas están siendo emitidas ahora con chip, hay algunas que todavía no, como ocurre con la que tengo yo. Las tarjetas con chip, además de ser más seguras, también suelen incorporar tecnología contactless para pagar acercando solamente la tarjeta al postnet.

Precios

Y con respecto a los precios, la comida me pareció que tiene más o menos el mismo precio que en Argentina. Por poner un ejemplo, la Pepsi de 1.5 litro está en 1.65 € en la cadena de supermercados Albert Heijn que es la más popular del país.

Hablando de botellas, si comprás las grandes de plástico (de 1 litro para arriba), te cobran el envase que cuesta unos 0,25 €. Lo bueno es que después de usarlo lo podés llevar al supermercado, meterlo en una máquina recicladora y te devuelven el dinero en forma de descuento en tu próxima compra.

Lo que me pareció excesivamente caro es todo lo relacionado a higiene y perfumería. En ese rubro encontré precios 100% más caros que en Argentina.

Salir a comer afuera es también bastante caro. Una cena para dos personas está, en promedio, en 40 €, en un lugar normal sin ningún lujo.

Vencimiento de productos alimenticios

Algo que me llamó mucho la atención es que los productos alimenticios tienen fechas de vencimiento muy próximas. Eso es porque la comida tiene pocos conservantes. Me ha pasado de comprar un pan lactal y que al otro día se pusiera verde.

Así que si vas a comprar alimentos en Holanda es recomendable mirar siempre la fecha de vencimiento de los envases, más que si estuvieras en Argentina o en otro país.

Deliverys que suben

Este punto me ha llamado la atención, pero entiendo que hay gente de todos lados del mundo que está acostumbrada.

En Holanda el delivery no está tan masificado como en otros lados, pero igualmente hay bastante oferta. La particularidad es que las personas que entregan los deliverys esperan que les abras a distancia la puerta de entrada del edificio y subir. No entienden el «bajo a abrirte».

Sé que en algunos lados, incluso de Argentina, es común que el delivery suba, pero en general, por un tema de seguridad la gente baja a abrir. El asunto es que en Holanda el delivery no entiende ese concepto de que alguien baje. Lo que se deben preguntar es: ¿Por qué alguien querría bajar de su departamento para recibir algo que pidió si se lo pueden subir?

Una ciudad cosmopolita

Es común ir caminando por La Haya y escuchar hablar en inglés, en español, portugués, árabe, o en cualquier otro idioma. Hay mucha gente con origen en otros países.

En parte, esto se debe a que La Haya es la sede de organismos internacionales, embajadas y consulados, pero también porque han tenido olas de inmigraciones.

La inmigración desde Turquía es inmensa y este grupo representa un porcentaje cada vez más importante de la población. Esto se nota mucho en la calle y también cuando vas a comprar. Es común ver principalmente turcas atendiendo en las cajas. Ocurre también con los deliverys, que principalmente son hombres jóvenes de origen árabe.

Esto me hace pensar mucho el nivel de inmigrantes que tienen en Holanda. A esas personas si les hablás en inglés te entienden y te pueden responder. Manejan, por supuesto, el neerlandés con fluidez y además, presumo, deben hablar también en su lengua de origen.

La figura del inmigrante que habla 3 idiomas distintos es más que llamativo en tiempos de xenofobia extrema. Hasta donde pude ver, los holandeses son abiertos en este tema de inmigración.

Los medios de transporte en La Haya

Bicicletas

El método de transporte universal en Holanda es la bicicleta. Hay bicicletas por todos lados y gente yendo y viniendo de forma caótica en ellas.

Es necesario prestar atención al caminar por las calles y detectar dónde están las bicisendas. Y aun así es importante mirar para los dos lados antes de cruzar una calle o un camino. Los ciclistas se desplazan velozmente y suelen salir de cualquier lado.

Uno de los detalles que más me llamó la atención es cómo se desplazan no sólo ellos en bicicletas sino que también llevan a sus hijos en compartimentos especiales. Es normal ver a madres y padres pedaleando con dos o hasta tres niños subidos en esos pequeños cochecitos que se agregan.

Tram y bus

El tram es el tranvía que recorre la ciudad en circuitos guiados por rieles. Tiene tres o cuatro coches y es un medio de transporte excelente para moverse dentro de la ciudad.

El bus es igual que el colectivo argentino. Hay distintas líneas y cada una tiene un recorrido. Sólo que no hay tantas como en Buenos Aires.

Los trams y los buses se destacan por ser precisos. En cada parada podés ver cuándo vienen los dos trams o buses siguientes.

Para viajar en estos medios de transporte necesitás tu OV-Chipkaart, que es como la SUBE holandesa. También podés pagarle al chofer con tarjeta o con monedas, aunque no es lo más recomendable.

A la hora de subir al tram o bus hay que marcar la subida en el lector correspondiente para hacer check-in. Allí, se te descontará el precio total del viaje que equivale a todo el recorrido. Luego, al bajar hay que hacer check-out, acercando la tarjeta a otro lector. En ese momento se acreditará una suma que corresponde a la estación en que te bajás. Si te bajás en la última, no se acredita nada. La diferencia entre lo que te descuentan en el check-in y lo que te acreditan en el check-out es el precio del boleto que pagás.

Tenés que tener en cuenta que para poder hacer un viaje necesitás tener cargada en la OV-Chipkaart la suma del recorrido completo, aunque en realidad vos hagas menos paradas.

Para subir se puede parar el bus con una seña y para bajar hay botones para avisar que se baja en la siguiente parada. Por lo que vi, es de buena educación saludar al chofer al subir. Con un «goede dag» (Buen día) alcanza.

La OV-Chipkaart la podés comprar en cualquier estación y la vas cargando transfiriéndole dinero desde tu tarjeta.

Trenes

Los trenes en Holanda son para conectar ciudades. Suelen ser grandes, algunos de dos pisos, y se manejan con la misma precisión o más que los buses y los trams.

Los trenes tienen secciones de primera y segunda clase. Por defecto, todo el mundo viaja en segunda. Viendo las secciones de primera no sabría decirte por qué hay gente que opta por viajar en primera. Me pareció ver pocas diferencias entre ambas clases.

Las clases de los coches están correctamente señalizadas del lado de afuera y del lado de adentro. Los de primera tienen un 1 y los de segunda, un 2.

¿Qué pasa si sacás un boleto de segunda y te metés en una sección de primera? Quizás no pase nada. Sin embargo, cada tanto pasa un guarda que te pide tu tarjeta o boleto y chequea que hayas hecho check-in antes de subir al tren y que te encuentres en la clase correcta. Si no lo estás, te aplica una multa bastante onerosa. 

Hasta donde vi, los trenes tienen dos tipos de servicio: intercity y sprinter. El intercity conecta dos ciudades o más y no tiene muchas paradas. En cambio, el sprinter hace muchas paradas para conectar distintos lugares de dos o más ciudades. Naturalmente, el intercity es más rápido que el sprinter.

En los trenes se chequea mucho que hayas sacado el boleto. Pasa el guarda con un dispositivo y te pide la OV-Chipkaart para ver si sacaste boleto y ver si estás en la clase que corresponde.

Por último, hay que tener en cuenta que existen vagones silenciosos donde no se puede hablar ni hacer ruido. Estos están debidamente señalizados aunque hasta el momento no vi ninguno.

Atracciones para ver en La Haya

En La Haya hay museos, historia y tradición. Pero también está la playa de Scheveningen.

A continuación seleccioné una serie de atracciones o actividades para realizar en La Haya. Desde ya, te comento que si estás buscando una ciudad para divertirte y salir de noche, Amsterdam es más adecuada.

Museo Mauritshuis

El Museo Mauritshuis es quizás la principal atracción de La Haya. Un lugar que reúne cuadros de pintores holandeses destacados del periodo barroco. No encontrarás cuadros de Van Gogh aquí.

Las obras más destacadas es el autoretrato de Rembrandt y la Lección de Anatomía, del mismo pintor. A estos dos se le suma La joven de la perla, de Johannes Vermeer.

Un museo pequeño y antiguo que se puede recorrer en una o dos horas.

Escher in Het Paleis

El museo Escher in Het Paleis es la exposición dedicada a la obra del artista holandés M. C. Escher, famoso por sus ilusiones ópticas y sus dibujos de transformaciones.

El museo está erigido en el Palacio Lange Voorhout, sobre la calle más hermosa de La Haya. Allí se muestran las obras de Escher, pero también se aprende sobre la historia del palacio.

En la parte superior del museo, hay actividades interactivas con tecnología, todas vinculadas a la obra de Escher. Estas pueden ser de interés para los más chicos.

Binnenhof

El Binnenhof se compone de varios edificios donde funciona el parlamento y donde se encuentra la casa de gobierno de los Países Bajos.

Es una vista espectacular para contemplar por su arquitectura y su entorno. Tiene un canal en donde hay patos, gansos y otras especies de animales. Hay fuentes de agua y están las banderas de todas las provincias holandesas.

Lo mejor del Binnenhof es que tiene un pasaje de acceso peatonal que lo cruza. Este da acceso a un gran patio descubierto donde se puede observar mejor la arquitectura del lugar por dentro.

Palacio Real y jardines aledaños

El Palacio Real es inmenso y ocupa gran parte de una manzana. Pero además, se conecta con parques y jardines. Algunos de ellos son de acceso al público.

El recomendado para visitar es el Paleistuin. Un pequeño y cuidado parque donde vas a encontrar distintas especies de pájaros y algunos juegos para niños. Un lugar tranquilo para ir con la familia.

Scheveningen

La playa de Scheveningen es una de las principales atracciones de La Haya. Tiene un extenso muelle con restaurantes y lugares para comprar comida. Está a 15 minutos del centro de La Haya yendo en tram.

En invierno me pareció un lugar familiar pero tengo entendido que en verano cambia por un público más joven. Está lleno de paradores y bares y en verano estos explotan de gente. También he escuchado que en esa época del año «es todo un descontrol», pero no lo he visto con mis propios ojos para confirmarlo.

Esta playa también tiene mucha historia. Fue una zona de gente humilde y barcos pesqueros antes de convertirse en un centro turístico de veraneo.

Un cuadro de Van Gogh, Vista del mar en Scheveningen, muestra la antigua playa y las actividades de pesca que allí se llevaban a cabo.

Panorama Mesdag

Siguiendo con la playa de Scheveningen tenemos el Panorama Mesdag. Una obra pictórica en forma de mural en 360° pintado por Hendrik Willem Mesdag que ilustra el paisaje de Scheveningen en 1881.

La obra tiene 14 metros de alto y 120 metros de circunferencia. Es verdaderamente impactante estar allí y verla. Se encuentra emplazada en el museo homónimo y si bien hay algunas otras obras del pintor, especialmente marinas, el Panorama es la gran atracción del lugar.

El museo no se encuentra en Scheveningen sino en el centro de La Haya.

Madurodam

Madurodam es un parque en miniatura que presenta grandes y alucinantes maquetas de los principales edificios y estructuras de todo Holanda.

En Madurodam encontrarás una maqueta del Binnenhof, otra del aeropuerto de Schiphol y hasta una de la zona roja de Amsterdam, entre otras de palacios, estaciones, iglesias e incluso un estadio.

Cada una de estas maquetas tiene un nivel de detalle asombroso y está perfectamente construida para emular la estructura real. Además, en cada una encontrarás información sobre qué es y en qué parte de Holanda queda.

Un paseo para hacer con chicos, sacar muchas fotos y quedarse allí toda una tarde.

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Eso es todo lo que puedo contarte sobre La Haya por el momento. En futuras notas profundizaré un poco sobre algunos aspectos que aquí solamente introduje.

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Eso es todo. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme.

Hasta la próxima.