El Louvre de París es uno de los museos más grandes del mundo. Es hogar de varias de las mejores obras de arte de la historia de la humanidad, incluyendo por supuesto, a La Gioconda de Leonardo Da Vinci. En este artículo te voy a dar 8 recomendaciones para visitar el Louvre en base a mi experiencia allí.
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Obras que están y obras que no
Si no sabés demasiado de arte o no te hacés una idea qué vas a encontrar en el Louvre, te recomiendo primero que revises qué obras están en este museo. Porque si tu intención es, por ejemplo, deslumbrarte con los cuadros impresionistas, me temo que encontrarás muy poco de eso allí. Justamente esos se encuentran en el Museo de Orsai, a unas cuadras del Louvre.
Conseguir tickets para entrar temprano
En el momento de comprar las entradas para ir al Louvre vas a descubrir que hay diferentes turnos de ingreso. Estos van de hora en hora y una vez que entraste, te podés quedar hasta el final de la jornada. Mi consejo es conseguir entradas para el primer turno.
¿Por qué? En mi caso, cuando estuve allí, la primera camada con la que entré tuvimos durante casi una hora el museo para nosotros solos. Que no se malinterprete, éramos muchos, pero el museo es tan grande y hay tantas salas que tuve la posibilidad de quedar prácticamente a solas con la Venus de Milo.
A las pocas horas de estar allí, esa sala y todas las otras, se atestaron de gente. Cuando volví a pasar por la sala de la Venus de Milo, esta ya había hordas de turistas alrededor.
Ingreso caótico
Al museo se ingresa por la pirámide. Cuando llegué temprano allí, había ya mucha gente y unos carteles marcaban dónde había que hacer la fila. La verdad es que la gente estaba mezclada y no se entendía bien donde había que ponerse. Esto me pareció bastante desorganizado.
En un momento, las puertas se abrieron adelante y las filas avanzaron. Alguna gente entró, otros siguieron haciendo otra fila que no tengo muy claro para qué era.
Pero no te preocupes de todo esto, si tenés las entradas a medida que la fila avanza en un momento alguien se acercará a revisarlas, o si no, entrarás directamente. Una vez adentro, hay diferentes accesos donde hay que presentar las entradas para pasar al interior del museo propiamente.
No hacen falta imprimir los tickets de entrada
En los tiempos que corren ya se usan los smartphones para todo y también se pueden utilizar para ingresar al Louvre. Las entradas, una vez compradas, se pueden descargar al teléfono o abrirlas en el momento. Tienen un código QR que es lo que necesitan leer para permitirte entrar.
Estudiar el plano antes de ir
El museo es tan grande que se necesita un mapa para orientarse y no perderse por dentro. Lo bueno es que el mapa del Louvre está disponible online y también en la app del museo.
Debo decir que la app no me funcionó bien mientras estuve allí porque el wi-fi del museo no me conectaba bien. Y no era el único con ese problema. Así que si te podés decargar el PDF con el mapa y guardarlo en el teléfono, mejor.
No te digo que te memorices todo el mapa, pero sí que veas los diferentes niveles y alas que tiene el museo. Te recomiendo que busques y señales en el mapa las obras que más te interesan ver y que, si entrás temprano, vayas directo a lo que te parece más importante.
Pero antes de eso…
Ir primero a ver a la Gioconda
La Gioconda de Leonardo Da Vinci se encuentra en una sala especial donde no hay ninguna otra obra de arte. En mi opinión esto es terriblemente exagerado, pero si uno se pone a ver la cantidad de gente que entra en esa sala, es impresionante.
Si entrás temprano al Louvre, te recomiendo que mires el mapa y vayas directo adonde está la Gioconda así la podés ver de cerca sin tener que agolparte con un montón de gente.
No te creas que la vas a ver desde tan cerca. Se puede apreciar desde unos 8 metros aproximadamente, con un vidrio blindado delante. Sí, lamentablemente no se pueden discernir trazos y detalles desde esa distancia, pero bueno, así son las cosas.
Una vez que la viste, tachás del recorrido esta obra y te podés deleitar con todas las otras obras y piezas históricas que el museo tiene.
Preparate para caminar
Nuevamente, el Museo es enorme. Esto implica que para recorrerlo entero hay que caminar y caminar.
Por eso aquí el consejo es, primero que nada, estar en buen estado físico y entender, que de tener alguna dificultad para moverse, la visita se va a complicar. Si justo ese día te duele el dedo meñíque, o el tobillo, o tenés una uña encarnada esto te puede arruinar la experiencia.
Te recomiendo que vayas con un buen calzado deportivo, como si salieras a caminar por el parque para hacer ejercicio. No hace falta que lleves abrigos porque en el museo hay calefacción o aire acondicionado. Además, podés dejar abrigos, mochilas y valijas antes de ingresar, de forma gratuita.
De todos modos, yo te recomiendo que vayas lo más liviano posible.
Salas que se cierran por temporadas
Es muy probable que cuando vayas al museo algunas de las salas estén cerradas. Esto es porque las van arreglando y mejorando. Lo hacen rotando y si justo vas fuera de temporada como me pasó a mí, puede que te quedes sin ver alguna obra o pieza importante. En mi caso fueron el cuadro La costurera de Johannes Vermeer y el Código de Hammurabi.
Es bueno saber esto de antemano para no desilusionarse luego estando allí.
Resumiendo
Si vas a visitar el Louvre, disfrutalo porque es una experiencia inolvidable. Yo pasé horas allí y no me quería ir, pero… había que seguir disfrutando y conociendo París, que tiene también muchos otros lugares para descubrir.