En este oportunidad, me voy a meter con un tema que es sumamente importante a la hora de armar tu carrera como freelancer. Voy a contarte cómo conseguir clientes. Me voy a enfocar exclusivamente en las fuentes de clientes que tenés que considerar.
Los clientes son fundamentales porque sin clientes no hay ingresos. Así que es necesario tener en cuenta de dónde pueden salir. Incluso, si tenés algunos clientes fijos, es bueno tener una idea de qué otras alternativas existen.
Esto puede ser o bien porque hay necesidad de cubrirse en caso de que un cliente se caiga, o porque te gustaría buscar un cliente que te pague más y te dé menos dolores de cabeza.
A continuación, voy a enumerar las fuentes de clientes que considero más importantes.
Contenido
1. Contactos personales
Esta es la fuente más común y por la que muchos freelancers comienzan. Por ejemplo, un amigo que necesita una identidad para su nuevo local temático, o un logo para su negocio, o una página web con algún pequeño sistema.
Los contactos personales son los más fáciles de convertir en clientes, pero tienen el problema que todos conocemos. Como son personas de confianza a quienes queremos, solemos hacerles descuentos e incluso les trabajamos gratis. Por eso no son los mejores clientes.
Además, si decidimos cobrarles, metemos en la ecuación de nuestra relación con ellos el factor dinero. Esto puede hacer que aparezcan roces que antes no existían.
En síntesis, los contactos personales pueden servirte al principio, pero con el tiempo es mejor buscar clientes con los que no tengas una relación tan directa.
2. Ex compañías en las que trabajaste
Hace poco escribí el artículo sobre lo importante que es trabajar para una compañía antes de convertirse en freelancer. Allí, uno de los aspectos que resaltaba era la posibilidad de independizarse a partir de una de estas empresas.
Me refiero a trabajar durante unos años y luego, abrirse por cuenta propia, pero manteniendo el vínculo y la buena relación con esta empresa. Al punto de que pasemos de ser empleados a proveedores.
Lo bueno de este tipo de clientes es que son conocidos. Las condiciones de trabajo se preestablecen previamente, pero se basan en los años en que hemos trabajado allí. Hay un aire de familiaridad en el trabajo.
Lo malo de las ex compañías que tienen tendencia a mantener control sobre nosotros, como si todavía trabajáramos para ellas. A veces cuesta ponerles límites porque no estamos realmente acostumbrados a hacerlo.
3. Intermediarios
Los intermediarios son personas que se mueven en un determinado ámbito profesional y se dedican a acercar a clientes con proveedores. Claro que en el medio, se quedan con un porcentaje de la transacción.
Trabajar con un intermediario puede ser una gran solución si no tenés habilidades sociales. Es decir, si te cuesta mucho o directamente te aterra tener que ir a reuniones y manejar clientes.
Para mí es una gran solución si querés tener asegurado un canal de trabajo. Me gusta tener como contacto a un intermediario que me ofrezca proyectos. No es obligatorio aceptarle todos los trabajos, así que me siento libre de tomarlos o no. Pero me gusta saber que, de necesitar, esa puerta está abierta.
4. Plataformas online
Las plataformas online de trabajo freelance son hoy por hoy una gran fuente de trabajo. Hay que saber utilizarlas, acatar las reglas que poseen e intentar elegir los proyectos para los que realmente estamos capacitados.
En las plataformas de este estilo, que son de Europa y Estados Unidos, la gran ventaja es que los clientes pagan en moneda extranjera, lo que supone un ingreso considerable.
Anteriormente, te conté lo importante que es hablar inglés con fluidez. En el caso de las plataformas online para freelancers internacionales, esto es excluyente, ya que es altamente probable que tengamos que hablar en videoconferencias con personas del exterior de distintos países. Y sean de donde sean, lo más probable es que hablen inglés.
Además de poder hablar, quizás sea necesario también producir textos, al menos para escribir mails o comentarios en sistemas de gestión de incidencias.
En el caso de optar por estas plataformas y apuntar a clientes internacionales, asegurate de facturar y tener todo en regla con la agencia recaudadora de impuestos del país donde vivas. Considerá esto de entrada para ahorrarte dolores de cabeza.
5. Contacto a través de tu web o porfolio
Como profesional independiente, es probable que quieras tener tu propia página web donde mostrar tus trabajos. Allí podés poner un formulario de contacto, una dirección de correo electrónico, tu WhatsApp, Skype o incluso un teléfono para que te llamen directamente.
Personalmente, he probado este método y no me ha servido mucho. Encontré dos grandes problemas.
Por un lado, hay personas que tienen proyectos reales para realizar, pero que en la mayoría de las ocasiones no están bien definidos. Además, estas personas no tienen una idea del presupuesto que requiere un proyecto de esas características. Lo que provoca que en cuanto le acerques un número estimado se espanten y crean que los querés estafar.
Por otro lado, hay empresas que en su reglamento interno requieren pedir distintas cotizaciones antes de realizar una compra. Es una regla que deben aplicar tanto para bienes como para servicios. Por eso mismo es común que manden a cotizar un proyecto para el cual ya tienen un proveedor elegido.
Por lo tanto, estas empresas buscan en internet algún proveedor alternativo para que les pase las cotizaciones que necesitan por reglamento y también para controlar que el proveedor elegido no los esté estafando.
Una vez que tienen tu presupuesto, jamás te contratan, incluso si les pasás la mitad del precio de lo que le pasó el otro proveedor (salvo que otros como vos también pasen la mitad).
En resumen, tener una página web te acercará propuestas, pero la gran mayoría no serán potables. Vas a tener que desarrollar cierta habilidad para descubrir cuáles son interesantes y cuáles no.
En mi caso, nunca lo pude lograr y decidí no tener más un sitio web para ofrecer mis servicios, aunque sí tengo un porfolio personal en caso de que alguien necesite chequear los proyectos en los que trabajé y mi experiencia laboral.
6. Publicidad
Antiguamente, cuando un profesional independiente hacía publicidad, mandaba a imprimir volantes (panfletos) o se anunciaba en la revista vecinal. Actualmente, todo lo que es publicidad se maneja a través de internet y, especialmente, las redes sociales.
Considerá utilizar Google AdWords y Facebook Ads como principales herramientas. La principal ventaja que te ofrecen es que podés seleccionar a qué público llegar y de esa forma, hacer que tu dinero rinda más.
En algún punto, promocionarse de esta forma tiene el mismo problema que tener un sitio web. Pero hay una diferencia porque es uno mismo el que apunta a un público específico, lo que sugiere que habrá menos casos como los que comentaba antes.
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Estas que enumeré son las que considero las fuentes más importantes para conseguir clientes. ¿Conocés alguna otra? ¿Te gustaría agregar, consultar o preguntar algo? Dejá un comentario al final del artículo.
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Eso es todo. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Hasta la próxima.
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