En este artículo te voy a contar sobre Delft, una ciudad que supo ser de las más importantes en la Edad de Oro de Holanda. Famosa por dar nombre a un tipo de cerámica, Delft se destaca por su centro histórico, que incluye edificios con diferentes tipos de arquitectura.
Si bien fui varias veces a Delft, por su cercanía con La Haya, lugar en el que estoy establecido, no me había tomado el tiempo de describirla.
Intentaré en este artículo pintarte el panorama de cómo es para que la tengas en cuenta en un futuro viaje.
Contenido
El punto de partida: un waffle en el Markt
Estaba sentado en el suelo del Markt de Delft, comiendo un esponjoso y suave waffle con azúcar, acompañado de un cafecito.
El Markt es la plaza principal de la ciudad que, como todas las ciudades en Holanda, consiste de una explanada de baldosas, completamente abierta, sin árboles y capaz, con alguna estatua. Siempre rodeada de edificios, entre los cuales no puede faltar una iglesia y el ayuntamiento.
Mi esposa compró la merienda al paso en una de las cafeterías que en tiempos de pandemia sólo podía funcionar como take away. Yo me encargué de retirar los cafés y los waffles del mostrador de la tienda.
Le agradecí al señor que me los entregó con un «Dank je wel» que es el «Thank you very much» neerlandés y me respondió con un simpático «Bye» en inglés. Así que imagino que pronuncié bastante mal la única frase que se supone que uno debe saber en holandés.
Pero eso no importaba. Otra anécdota más de mi interacción con los holandeses.
El cielo estaba casi despejado por completo. A pesar de ser febrero, hacían unos diecisiete grados y soplaba una brisa suave. No estaba para remera, pero tampoco era para campera. Una semana antes, habíamos estado esquivando el hielo del piso, después de una nevada contundente que tardó una semana en irse.
Estaba estrenando un hoodie azul, suavecito del lado de adentro y con olor a nuevo. El viento a veces me tiraba la capucha para adelante y cuando se puso más fuerte, pensé que podía ser buena idea, así que me la dejé puesta un rato.
No había lugares para entrar a comer por la pandemia y muy pocos bancos para sentarse. Así que todas las personas estaban sentadas en el suelo del plein. Había rondas de chicos y chicas y también de gente mayor.
La plaza central estaba muy concurrida. Me llegaba el extraño murmullo de las rondas. Extraño para mí, claro. Oía muchas jotas y erres marcadas, como si la gente hablara en klingon y de pronto… la campana de la iglesia, dando una melodía que no pude reconocer.
Mientras terminaba el waffle, que estaba delicioso, me puse a mirar a mi alrededor. Detrás mío estaba el edificio estilo renacentista del ayuntamiento. En la otra punta, la Nieuwe Kerk o Iglesia nueva, con un estilo gótico.
A los lados, muchos negocios que lamentablemente estaban cerrados o te atendían en la puerta. Se sentía olor a chocolate caliente en varias esquinas y había una panadería muy concurrida con gente haciendo fila en la puerta.
También había un restaurant peruano en modo take away. Se me cruzó la idea de un pisco, pero eran las cuatro de la tarde y recién había terminado mi café.
Ya había visitado Delft, pero esta vez era diferente. La primera vez que fui, había sido mi primera excursión dentro de Holanda. Todo me había resultado increíble y llamativo. Hubiera creído que esta vez no iba a deslumbrarme, pero nuevamente Delft lo logró. ¿Cómo lo hizo?
La arquitectura, las calles, los canales y los puentes son realmente hermosos y ninguna pandemia puede contra eso.
¿Qué tiene esta ciudad que vale la pena conocer? Varias cosas, creo.
Pero antes de seguir, te voy a contar dónde queda.
Una ciudad entre dos grandes ciudades
Delft está ubicada entre La Haya y Rotterdam, en la provincia de Holanda meridional (Zuid Holland). Está bastante integrada con ambas y es fácil de llegar.
En mi caso, con un tram desde La Haya en veinte minutos o media hora ya estaba en el centro histórico de Delft.
Lo bueno de la ubicación de Delft es que en caso de que estés de viaje y te encuentres en Rotterdam o en La Haya, podés hacerte una escapada y recorrer algo de la ciudad.
Si bien lo que te cuento en este artículo está vinculado al centro histórico y a la parte turística de la ciudad, eso no es lo único que hay.
En Delft viven alrededor de 100.000 personas y allí se encuentra una de las principales universidades de Holanda: la TU Delft o Universidad Técnica de Delft.
Históricamente la ciudad se destaca por haber sido un importante bastión en la guerra por la independencia contra España en el siglo XVII y por estar estrechamente ligada con la Casa de Orange.
También por ser la cuna del prestigioso pintor Johannes Vermeer y por ser el lugar donde se fabrica la cerámica conocida como Delftware.
Un poco de historia sobre Delft
La ciudad fue fundada en 1246 y con el tiempo se convirtió en una de las ciudades más pobladas y más importantes de Holanda.
Difícil de visualizar ahora, pero toda la región flamenca de Europa estuvo dominada por España durante mucho tiempo. Los holandeses lucharon en la guerra de los ochenta años para lograr su independencia.
Guillermo de Orange se estableció en Delft en 1572 cuando resistía la ocupación española. La ciudad estaba amurallada y fue escenario de La Batalla de Delft en 1573.
En 1581, Delft era la capital extra oficial de los Países Bajos, aunque no lo sería por mucho tiempo más.
El héroe Guillermo de Orange fue asesinado en Delft en 1584. No pudieron llevarlo al panteón de su familia puesto que estaba en manos de los españoles. En vez de eso, lo sepultaron en la Nieuwe Kerk de la ciudad. Desde entonces, se mantiene como tradición que todos los integrantes de la casa real sean sepultados allí.
En 1654 Delft explotó. Pero no porque llegó el verano sino de forma literal. Un depósito de pólvora voló por los aires y destruyó la mitad de la ciudad. A este trágico suceso se lo conoce como el Delft Thunderclap y arrojó más de cien muertos y miles de heridos.
El tiempo le iba a quitar a Delft importancia política, pero lo iba a compensar a través del arte.
La cerámica de Delft
Se la conoce con el nombre de Delftware ó Delft pottery. También puede aparecer como Delft Blue o como Porcelana de Delft. Yo le digo Cerámica de Delft. Y vos seguramente la conocés.
Tu abuela o tu mamá en algún lugar de sus casas deben tener una taza, una vasija o un adorno de este tipo, sea original o imitación.
La cerámica de Delft es un tipo de alfarería vidriada que es fácil de reconocer por sus tonos azules y blancos. Allí se recrean motivos de todo tipo, pero generalmente suelen mostrar patrones y escenas campestres con molinos.
La técnica que da ese acabado tan característico tuvo su origen en la ciudad de Amberes y se usaba en muchos lugares de la región flamenca. Sin embargo, los mejores artesanos se establecieron en Delft y perfeccionaron la técnica allí. Por eso el nombre quedó asociado a la ciudad para siempre.
¿Cómo surgió esta nueva alfarería en Europa?
Durante la Edad de Oro de Holanda (1588 a 1672), la Dutch India Company importaba porcelana china, pero luego de la muerte del emperador de esas lejanas tierras, las importaciones se interrumpieron. De golpe, no había más porcelana china.
Los artesanos flamencos comenzaron a imitar la porcelana china debido a su escasez. Con el tiempo fueron perfeccionando la técnica hasta obtener excelentes resultados.
La época de esplendor de la cerámica de Delft fue de 1640 a 1740. Los artesanos utilizaban monogramas para distinguir sus trabajos.
Lo más llamativo es que luego de la explosión de Delft, muchas cervecerías quedaron en bancarrota así que se decantaron por el Delftware, que era un gran negocio en esa época. Incluso muchas de ellas no cambiaron su nombre en el nuevo rubro.
La porcelana de Delft, se exportó por toda Europa y terminó dando la vuelta al mundo. Llegó a Japón y China, donde artesanos orientales comenzaron también a fabricarla.
Desde entonces, la cerámica de Delft se ha utilizado para fabricar azulejos, vasos, vasijas y tazas. Sí, también los adornos que tiene tu abuelita.
Actualmente es un sello holandés y hasta KLM, la aerolínea neerlandesa, lo utiliza para su video de seguridad antes de cada despegue.
Johannes Vermeer
Vermeer fue junto con Rembrandt uno de los pintores clásicos más importantes de Holanda. Tengamos en cuenta que Vincent Van Gogh es bastante posterior a estos dos que son considerados grandes maestros de las luces y las sombras.
Vermeer nació en Delft en 1632 y falleció también allí en 1675. Sus obras más famosas son: La joven de la perla y La Lechera.
Entre sus obras más importantes se encuentra La Lechera, que se encuentra en el Rijksmuseum, de Amsterdam. Tuve la oportunidad de verlo y me pareció… terriblemente pequeño. Poco pude apreciar las pinceladas puesto que me separaba de la obra un mar de japoneses sacando fotos.
La otra gran obra de Vermeer es La Joven de la Perla, que se encuentra en el Mauritshuis de La Haya. A diferencia del anterior, este cuadro sí se deja ver. Se aprecia la expresión en el rostro de la joven con ese aro tan gigante. Hay algo en la mirada que me parece intrigante.
Vermeer también pintó paisajes de su ciudad natal y, por supuesto, se convirtió en un símbolo de ella. En distintas partes de Delft se encuentran referencias a la obra del gran artista flamenco, además de un centro dedicado exclusivamente a su vida.
¿Cómo es Delft hoy?
Podría decirte que Delft hoy es una ciudad pintoresca, con canales antiguos, construcciones medievales de estilo gótico. Tiene puentes, torres y una plaza central amplia.
Es un lugar muy lindo para pasear por callecitas, mirar y sacar algunas fotos.
Como pasa en algunos lugares de Holanda, en algunos rincones se pueden descubrir cosas interesantes para ver y para aprender. Puede ser un cartel con información turística, o el mapa de la ciudad tallado en piedra, u otros detalles menores.
Si bien en mi último viaje lo visité en plena pandemia, en condiciones normales hay restaurantes, bares y cafés para sentarse a comer. También hay puestos y negocios para comprar algo al paso y comer en un lugar al aire libre.
El centro histórico no es demasiado grande. Lo podés recorrer en una hora.
¿Qué hay para hacer en Delft?
Como te contaba, lo más interesante para hacer es pasear, mirar y sacar fotos. Sentarse a tomar algo en algún café o, como hice yo, clavarse un waffle al paso.
Sin embargo, hay algunos lugares que pueden visitarse.
La Oude Kerk
La Oude Kerk se destaca por su torre de reloj que está bastante inclinada (dos metros en vertical). Hay algunos puntos de Delft precisos para sacar la foto perfecta de un canal con esta torre de fondo.
La Iglesia es protestante y fue fundada en 1246. Cuenta con tres órganos que se fueron agregando en diferentes épocas. Es también la tumba de varias personas importantes de la historia de Holanda, incluyendo al nombrado pintor Johannes Vermeer.
Se puede visitar y ver cómo es por dentro.
La Nieuwe Kerk
Separada no más de 350 metros de la Oude Kerk, se encuentra la Nieuwe Kerk. La torre de esta catedral gótica es más alta que la de la vieja iglesia.
Se trata también de una iglesia protestante y se comenzó a construir en 1396, finalizándose 100 años después.
Está ubicada en el Markt, frente al ayuntamiento, que se encuentra en la posición opuesta de la plaza.
Dentro de la Nieuwe Kerk se encuentran la cripta de la familia real de Holanda. Desde Guillermo el silencioso, sepultado en 1584, hasta la Reina Juliana, que yace allí desde 2004.
La iglesia también se puede visitar por dentro aunque la cripta familiar no está abierta al público.
Vermeer Centrum Delft
Este lugar es un museo dedicado exclusivamente al artista Johannes Vermeer. No tiene obras originales, pero es un punto ineludible si te interesa el arte o puntualmente este pintor flamenco.
Allí vas a encontrar una cronología con reproducciones de sus obras. También te explican su método de trabajo y algunos datos biográficos más.
No lo he visitado aún y espero poder hacerlo en algún momento.
Prinsenhof
Prinsenhof es la corte del príncipe. Es un antiguo palacio que se construyó como monasterio. Allí fue donde asesinaron a Guillermo el Silencioso. Los agujeros de las balas que le dispararon todavía son visibles.
Adentro hay un pequeño museo que tiene algunas pinturas de artistas neerlandeses de la Edad de Oro.
Oostpoort
Como te contaba en el artículo, Delft era una ciudad amurallada. De esa vieja muralla queda una única entrada, que es justamente denominada Oostpoort.
Si me pongo a pensar, es muy parecido al caso de la Puerta de la Ciudadela en Montevideo.
Molinos
Hay varios molinos que se pueden visitar en Delft. Quizás con el primero que veas te alcance para la foto. Está ubicado en una arteria de tráfico principal por donde pasan autos, bicis y trams y que desemboca en la estación central de la ciudad.
Una ciudad para descubrir y pasear
Eso es todo lo que te puedo contar sobre Deflt. Si llego a visitar algo más de ella, lo agregaré en un nuevo artículo.
Insisto en que visitar Deflt puede ser un gran complemento si estás de paso por La Haya o por Rotterdam.
Espero que este artículo haya sido de tu interés.
Suscribite al newsletter de Crónicas Freelancer para recibir los contenidos del sitio en tu correo electrónico.
Gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Hasta el próximo artículo de Crónicas Freelancer.