En este artículo te voy a contar sobre mi primera visita a Londres, la capital del Reino Unido. Te relataré mis impresiones iniciales, qué me pareció la ciudad al cabo de unos días y qué actividades realicé y recomiendo.
También te voy a contar lo que me llamó la atención y aquello que no me gustó tanto. Desde ya, te cuento que mi impresión de Londres es especial: llegué allí en verano en el día más caluroso de su historia. El calor no es algo que me agrade y creo que de alguna manera influyó en mi impresión inicial.
Mi estadía en Londres estuvo dividida en dos ya que en el medio me fui a recorrer el norte de Inglaterra y de allí pasé por Edimburgo en Esococia y luego Dublin, en Irlanda. Pero de eso te contaré en otra ocasión.
Vamos con Londres, que hay mucho que contar.
Contenido
Mi llegada a Londres
Ya había estado varias veces en Amsterdam, había pisado París y Bruselas. Incluso, me había hecho una escapada a Roma. Me estaba faltando Londres, así que allí enfilamos junto con mi esposa, quien ya había estado varias veces en la capital de Inglaterra.
Para viajar elegimos el tren. Me refiero al famoso Eurostar que conecta Amsterdam con Londres, pasando por el Eurotúnel para cruzar el Canal de la Mancha. El tren está lejos de ser la opción más económica pero es sin dudas la más cómoda incluso teniendo en cuenta que el viaje es de más de cuatro horas.
Nos subimos al tren en Rotterdam donde hace una breve parada y nos ubicamos en los cómodos asientos del tren. No es como subirse al tren de Hogwarts pero saber que el destino final es Londres, le da cierto british charm.
Hablando de Harry Potter, el Eurostar te deja en la estación St. Pancras International que es la que está conectada con King’s Cross, la famosa estación donde el personaje de J.K. Rowling aborda el Hogwarts Express.
Ni bien salimos de la estación cargamos nuestras Oysters card, las tarjetas del transporte público de Londres. Como mi mujer había estado previamente en la ciudad, todavía conservaba las tarjetas de aquella ocasión así que sólo tuvimos que cargarlas con dinero. El procedimiento es super sencillo a través de terminales que se encuentran en la misma estación.
Desde allí, utilizamos el metro de Londres, el Underground, para llegar al apart hotel donde nos íbamos a hospedar por tres días y que se encontraba en la zona de Pimlico.
Primeras impresiones
Lo primero que me llamó la atención es la amabilidad y buena predisposición de la gente.
En un momento, en el apuro de la llegada se nos cayeron unos billetes y enseguida nos avisaron. Luego, en el metro nos hicieron lugar para acomodar mejor las valijas que llevábamos. Y por último, al vernos darnos vuelta alrededor del hotel que no encontrábamos mientras mirábamos desconcertados Google Maps, se nos acercaron para preguntarnos si necesitábamos indicaciones. Todos esos gestos en apenas una hora.
Gente que vive allí me comentó que esta amabilidad es una fachada y que a los dos minutos se cae para revelar la verdadera idiosincrasia inglesa. No tan amable. No lo sé. A mí como turista al menos me hicieron sentir cómodo durante todo el tiempo que estuve allí.
Es imposible continuar este relato sin hacer referencia al clima. Hacia muchísimo calor. Tanto era el calor que resultó ser el día más caluroso de la historia de Inglaterra. Excelente puntería la mía para caer allí en esa histórica jornada.
A mí el calor no me gusta para nada y moverme por la ciudad los días que siguieron fue algo terriblemente incómodo que, como te comentaba al principio, debe haber afectado mi percepción de Londres.
Londres ciudad
No describiría a Londres como «bonita». Ese es un adjetivo que le queda mejor a París. Sin embargo, sí puedo mencionar lo enorme e inabarcable que es y lo pequeño que me hizo sentir.
Pimlico, la zona donde me quedé los primeros tres días es un barrio residencial de casas predominantemente blancas, con sótanos visibles desde la calle. Un lugar agradable y bastante limpio en comparación con lo que vi luego del resto de la ciudad.
Más cerca del centro, Londres se convierte en una ciudad inmensa con elementos típicos de otras megaurbes del mundo. Se levantan edificios altos, enormes y vidriados. Aparecen los nombres y los logos de marcas de todo el mundo. Y de noche, los negocios más cyberpunk que toda ciudad tiene, brillan en la oscuridad.
Noté mucha gente de todo el mundo. Y no me refiero a turistas sino a gente que vive allí. Me llamó la atención la cantidad de musulmanes que había. Si bien en Holanda hay muchos, aquí en Londres había barrios enteros y parecían ser de los más ortodoxos.
Hay algo que se evidencia y tiene su pico quizás en los pubs: cierto nivel de decadencia colectiva con la que Inglaterra convive quizás desde siempre. Esta sensación se acrecienta en el norte del país, y explica mucho de la idiosincrasia de quienes viven allí.
Los pubs
Hablando de los pubs, si había algo que quería ver en Inglaterra eran estos lugares tan famosos. Me interesaba el concepto de pub y la interación de la gente allí. ¿Equivalen los pubs a nuestros barcitos porteños?
Por las dudas te aclaro: los pubs son locales donde se sirve cerveza y algún que otro plato de comida, destacándose el famoso fish and chips. Pero no en todos los lugares es así, en algunos pubs no sirven nada de comida.
Londres está repleto de pubs por todos lados. Especialmente en esquinas, pero no sólo allí. Este es un patrón que se repite en todo el país.
Al principio, los pubs me parecieron caóticos. La idea es acercarce a la barra y pedirse una cerveza para consumir parado. Pero si querés pedir algo para comer, tenés que hacerte de una mesa, cosa que puede ser tarea imposible en los pubs más concurridos.
Más que para celebrar algo, los ingleses se reúnen en los pubs para compartir un momento en compañía y olvidar problemas a través del alcohol.
Al tercer pub ya comenzás a comprender cómo funciona y te empieza a gustar.
En los pubs hay gente de todas las edades, sexos, géneros, religiones (las que permiten tomar alcohol) y clases sociales. Todos se mezclan allí para compartir un momento en compañía y para olvidar sus problemas al menos por un rato.
En ningún momento dejó de sorprenderme la cantidad de alcohol que ingieren los ingleses. Y hubo un caso que me llamó mucho la atención.
El último día, antes de partir de Londres, visité un último pub junto a mi esposa. Nos pedimos unos fish and chips y unas cervezas para celebrar el viaje.
Mientras esperábamos la comida, noté que un señor no tan anciano pero bastante pertrecho ingresaba al establecimiento. Llevaba un andador y tenía adherida una sonda. Al ritmo cansino de una babosa logró sentarse en una silla, de una mesa donde creo que lo esperaba un amigo que era viejo pero no estaba tan arruinado.
No seguí mirando al hombre, pero como si fueran fotogramas de película recuerdo verlo en diferentes estados: entrando por la puerta, moviéndose lentamente, ya sentado en la silla, sentado y con un chop de cerveza en frente, sentado y con el chop de cerveza ya consumido, y nuevamente con otro chop de cerveza hasta arriba en la mesa. Así varias veces.
Cuando me preguntan las diferencias que encontré entre Inglaterra y Países Bajos, lo primero que señalo es el estado de salud y físico de las personas mayores.
En Holanda la gente está impecable. En gran medida creo que esto se debe al uso constante de la bicicleta. Los holandeses pedalean desde que son chiquitos y hasta que ya no pueden más. Beben, sí, pero no tienen la cultura alcohólica de los ingleses.
Lugares para visitar en Londres
Hay muchos puntos turísticos destacados en Londres. A continuación te voy a mencionar los más importantes. Mi selección es completamente arbitraria. Tené en cuenta que visité la mayoría de estos lugares pero algunos solamente de pasada.
Big Ben
El Big Ben es el gran símbolo de Londres y fue restaurado recientemente, así que ahora se encuentra en su esplendor. Lo podés ver de lejos o ponerte justo debajo para sacarle las mejores fotos.
Después de haber visto varios monumentos en diferentes ciudades de Europa, debo decir que es uno de los mejores, aunque para mí no supera a la Torre Eiffel, que es mucho más imponente.
Abadía de Westminster
La abadía de Westminster abrió en 1269 y es uno de los edificios históricos más importantes de Londres. Allí se llevan a cabo las coronaciones de la realeza británica y es escenario de bodas y funerales reales.
La abadía es también la morada final de distinguidos británicos como es el caso de Isaac Netwon, Isabel I, Stephen Hawking y otros más de 3000 personas. Entre ellos, destacan miembros de la realeza, primeros ministros, poetas, militares, actores y cientificos.
Desde afuera, la Abadía es increìble. La verdad es que no entré pero está abierta al público y por lo que se ve, es imperdible. Más allá de si te gusta la arquitectura o la religión, es algo digno de ser apreciado.
Palacio de Buckingham
El Palacio de Buckingham es el lugar donde desempeñan funciones el rey y la familia real. Si bien ya no viven allí desde hace mucho, igualmente pasan tiempo en este lugar.
El palacio puede ser apreciado desde afuera. Es enorme y suele haber muchísima gente agolpada en la puerta sacándose fotos o tratando de mirar para adentro a ver si se ve algo.
Una vez al año, durante el verano, el Palacio de Buckingham abre al público.
Una vez al año, en verano, el Palacio de Buckingham abre al público y yo tuve la oportunidad de conocerlo por dentro. ¿Qué se puede ver del palacio? Mucho. Abren casi todas las áreas donde el rey o la reina desempeña sus funciones y también las salas donde hay obras de arte.
Viviendo actualmente en los Países Bajos, no fue ninguna sorpresa para mí descubrir que muchas de las grandes obras de arte que tienen los ingleses en el palacio son de maestros holandeses.
National Gallery
Hablando de arte, si te gusta el arte (todo tipo de) entonces no podés dejar de ir a la National Gallery.
Este museo de arte tiene una colleción alucinante. Aquí vas a encontrar una de las versiones de La Virgen de las Rocas de Da Vinci (la otra está en el Louvre), varios cuadros de maestros flamencos como Johannes Vermeer, Jan van Eyck y el grandioso y único Peter Paul Rubens.
También hay muchos (muchísimos) cuadros de Tiziano, Caravaggio, Botticelli, Rafael, Miguel Ángel y muchos más del Renacimiento.
Más cercano en el tiempo, hay cuadros de Ingres, Monet y Van Gogh.
La National Gallery es un museo de arte y tiene una colección que incluye cuadros de grandes maestros de la historia del arte.
Están varias de las obras más importantes de J. M. W. Turner, quizás el artista inglés más importante de todos los tiempos. En la colección de la National Gallery se encuentra el cuadro que aparece en la película Skyfall, de James Bond.
Por lejos, la National Gallery fue el lugar que más disfruté de Londres. Me hubiera quedado muchas horas más recorriendo y mirando los cuadros pero lamentablemente y afortunadamente a la vez, había mucho más para descubrir.
London Eye
El London Eye es la rueda que se encuentra en el Támesis. Es un punto turístico infaltable y es posible subirse para tener una vista de Londres desde lo alto.
En mi caso, no me subí así que no te puedo contar qué se puede ver desde allí arriba, pero es una actividad turística bastante habitual.
De todos modos, si no te interesa subir, alcanza con acercarse a sacarle algunas fotos.
Museo de Sherlock Holmes
El Museo de Sherlock Holmes se encuentra en la dirección 221b de Baker Street, el lugar donde vivía el afamado detective creado por Arthur Conan Doyle. En ese lugar vas a ver gente agolpada esperando sacarse una foto en la puerta con el número bien visible.
También allí vas a ver gente vestida de época. ¿Por qué? Porque justamente allí funciona el museo y aunque no fui, me contaron que se trata de una representación teatral donde actores te cuentan la historia de Sherlock Holmes y recrean un ambiente victoriano.
Como todo museo, tiene también su tienda específica de Sherlock Holmes, así que si te gusta la literatura y la obra de Conan Doyle, aquí encontrarás uno de los lugares más interesantes de Londres.
Covent Garden
Covent Garden es un centro comercial y de entretenimiento que se encuentra en West End. Es un lugar agradable donde se puede comer, comprar regalos, ropa y todo tipo de artículos.
La parte más interesante es cubierta, con un techo traslúcido. Una especie de mercado y estación de tren, con un patio de comidas y una decoración cálida.
Piccadilly Circus
Se trata de una plaza circular con una fuente en el medio, rodeada de edificios con pantallas enormes. Es un punto neurálgico de la ciudad donde suele haber mucha gente.
La verdad es que me lo imaginaba muchísimo más grande de lo que es. No voy a decir que me decepcionó, pero tampoco le encontré nada interesante.
Tower of London
Si hay una atracción turística de Londres que me quedó pendiente esa es la Tower of London. Se trata de un castillo que comenzó a construirse en 1078 y que alberga en su interior gran parte de la historia de Inglaterra.
La Tower of London se encuentra frente al Támesis en City of London. Es un lugar que suele llenarse de gente pero es tan grande que se puede recorrer con facilidad. También es un gran punto destacado para aprender historia y para tomar buenas fotografías.
Tower Bridge
El Tower Bridge es el puente más conocido de Londres. Mucha gente se lo confunde y cree que es en realidad el London Bridge. La estructura del Tower Bridge es icónica y destacan los colores celestes.
Lo recomendable es acercarse y sacarle una foto desde alguna de las dos orillas. Obviamente lo podés cruzar también para verlo desde arriba. En mi caso, lo crucé con el bus turístico ya que es una parada ineludible de Londres.
Harry Potter en King’s Cross
Como te comentaba al principio del artículo, la estación King’s Cross es aquella de la que parte el Hogwarts Express hacia la escuela de magia y hechicería del mundo mágico de Harry Potter.
Si has leído los libros de J. K. Rowling (o al menos visto las películas) sabrás que para subirse al tren mágico hay que llegar a la plataforma 9 y 3/4, para la cual hay que atravesar un muro.
En la estación King’s Cross se encuentra la tienda oficial de Harry Potter, donde vas a encontrar todo tipo de artículos del mundo mágico creado por J. K. Rowling.
Para representar la escena de este cruce mágico en King’s Cross hay un changuito que se encuentra atravesando una pared. Allí podés ir a sacarte una foto. Pero no todo es tan simple: hay cola de gente y vas a tener que esperar tu turno.
Vale aclarar que este changuito atravesando la pared no está del lado de los andenes, sino en el hall de la estación, así que no tenés que sacar boleto de transporte para llegar allí.
A unos metros de esta atracción, se encuentra el local oficial de Harry Potter con todo el merchandansing que te puedas imaginar. Cuando fui estaba repleto de gente así que dejé a mi esposa, que es potterhead, divertirse revolviendo merchandansing mientras me fui a tomar un poco de aire.
British Museum
El British Museum es uno de los museos más famosos del mundo. Eso sí, de british no tiene nada, o quizás… todo. Se trata de diferentes colecciones de aquello que Gran Bretaña «tomó prestado» del resto del mundo.
Entre estas reliquias arqueológicas se encuentra un pedazo de Grecia Antigua (literal, un edificio que se llevaron de Grecia y lo rearmaron en Londres), un moái de la Isla de Pascua (el más exótico de todos los que había), momias del Antiguo Egipto (las que no se llegaron a comer) y piezas de medio oriente y lejano oriente, entre muchas otras cosas.
El día que fui no sólo hacía mucho calor y había varias salas cerradas, sino que también estaba lleno de excursiones escolares. Había muy poco espacio para moverse y poco aire para respirar.
La entrada al British Museum es gratuita. Si fuiste antes al Louvre yo no te lo recomiendo, salvo que te guste mucho la historia y la arqueología.
Actividades infaltables
Hay algunas actividades típicas de Londres para realizar y a veces por cuestiones de tiempo, quedan relegadas. Cuando te acordás de hacerlas, ya te tenés que ir. Por eso, yo te recomiendo que las planifiques. Son simples pero tenelas en mente para hacerlas en cuanto puedas.
Tomarte un bus doble
Uno de los sìmbolos de Londres son los buses dobles de color rojo. Te recomiendo que cuando tengas que hacer algún traslado, aproveches el recorrido de alguno de estos buses. De esta forma, el viaje te dejará una típica experiencia londinense.
Si vas a viajar en estos buses, desde ya la idea es hacerlo en la parte superior del coche. Cuidado al subir y cuidado al bajar. No es tan fácil como parece. Intentá hacerlo sosteniéndote de la baranda y si es posible, cuando el coche esté detenido.
Sí, parece consejo de abuelita, pero yo mismo vi como un turista que iba adelnate mío voló por las escaleras de uno de estos buses.
Comerse un fish and chips y tomarse una cerveza en un pub
Como te contaba antes, en Londres está lleno de pubs. Consisten en bares donde sirven cerveza y donde podés encontrar algún que otro plato bastante básico. El plato infaltable en todo pub es el fish and chips que es una especie de milanesa de pescado con papas fritas.
Incluso si no te gusta el pescado, como es mi caso, en el fish and chips apenas le vas a sentir el gusto ya que todo va frito.
Este plato, por supuesto, tiene que ir acompañado por una buena cerveza tirada, como la que te sirven en estos mismos pubs.
Bus para recorrer la ciudad
Además de tomarte el famoso bus doble de Londres, una buena idea es tomarte alguno de los buses turísticos que recorren la ciudad. Te garantiza recorrer los puntos más destacados y tener un panorama general de la ciudad.
En mi caso, te cuento que lo hice y la experiencia no fue la mejor. Primero, por lo que te mencionaba, el calor que hacía en Londres los días que estuve. Pero también por los problemas de tráfico de la ciudad.
El bus ingresa en lugares demasiado concurridos y los atascos de tráfico son frecuentes. Recuerdo que llegando a Piccadilly Circus el bus se detuvo durante un rato largo, avanzando por momentos a paso de hombre. Por los parlantes, el servicio del bus se disculpó por las demoras dando a entender que era algo habitual.
Sacarse una foto en una cabina telefónica roja típica de Londres
Si hay una actividad que no hice en Londres fue justamente esta. ¿Por qué? Porque las cabinas telefónicas están abandonadas, destruidas y terriblemente sucias. Son un asco. No me dio para acercarme ni siquiera para sacarme una foto.
Entiendo que las conservan por fines turísticos o porque ya son parte del paisaje de la ciudad. Sin embargo, en la era de internet no sirven para ningún propósito y en su interior sólo se acumula basura.
Sin ningún lugar a dudas, estas clásicas cabinas londinenses (aunque luego vi varias en Manchester) fueron de lo más decepcionante de mi visita a Inglaterra.
No obstante, podés acercarte a una de estas cabinas rojas y sacarte la foto que quieras. Vi a varios turistas haciéndolo. Lo bueno de las fotos es que los detalles se disimulan y además, no captan olores.
Lugares para pasar tipo «Ok. Let’s Go!»
Hay un famoso meme en internet, especialmente en TikTok, donde un turista llega a un punto destacado y luego de haberlo visto expresa «Ok. Let’s Go» que podríamos traducir como «Está bien, sigamos».
Es cierto, hay lugares que con pasar y mirarlos ya hemos cumplido. Acá te enumero algunos de los que vi yo, pero debe haber muchísimos más porque Londres es enorme.
Estatuas de cine
En Leicester Square se encuentra Scenes in the Square Sculpture Trail. Se trata de una serie de estatuas de personajes de películas. Se destacan Gene Kelly en Singin’ in the rain, Mary Poppins, Mr. Bean y Harry Potter.
Little Ben
Cerca de Victoria Station hay una miniatura de una torre de reloj al que se conoce como Little Ben. Para ir y comparar lo pequeño que es el Little Ben en comparación con el Big Ben.
Placa de San Martín
A la vuelta del Museo de Sherlock Holmes se encuentra la casa donde vivió durante un tiempo el General José de San Martín. Allí hay una placa conmemorativa.
Estatua de Sherlock Holmes
Cerca del 221b de Baker Street se encuentra la estatua de Sherlock Holmes, esculpida en bronce por John Doubleday. Este monumento al personaje de Conan Arthur Doyle fue inaugurado en 1999.
Homenajes de la Segunda Guerra Mundial
Al igual que en Holanda y en Francia, en Londres encontré diferentes monumentos a los caídos en la Segunda Guerra Mundial.
El que más me gustó fue el Monumento a la RAF, que recuerda a los valientes pilotos de la Royal Air Force en la Batalla de Gran Bretaña. Este monumento se encuentra frente al Támesis, a unos 200 metros del Big Ben.
Una ciudad inagotable, para volver muchas veces
Esto ha sido todo por este artículo. Londres es una ciudad enorme y tiene muchos museos, locales y lugares destacables para visitar. Espero tener la oportunidad de volver algún día para conocer más.
¿Qué otro lugar o actividad de Londres te parece infaltable y no incluí en este artículo? Dejame un comentario al final del artículo.
Espero que esta entrada haya sido de tu agrado. Si es así, te invito a que reocorras los otros posts de este blog y que me sigas en Instagram y en Twitter.
Agradezco que te hayas tomado el tiempo de leerme.