La actual es la mejor época para aprender a programar, pero también la peor. Hay mucha información ahí afuera para consumir, pero esto puede ser contraproducente, generando saturación mental y frustración.
En este artículo, primero te voy a dar mi opinión con respecto a este problema y luego, un consejo a modo de solución.
Contenido
La era previa a internet
Cuando yo era adolescente estaba fascinado con aprender a programar. Soñaba con ser programador. El problema era que toda la información sobre computación que yo podía consumir tenía dos posibles fuentes: el ejemplo de mi hermano mayor, o a través de las revistas de informática, muchas de las cuales provenían de España.
Internet no existía todavía o digamos que no estaba popularizada como ahora.
Allá por finales de los noventa, tuve en mis manos un libro de programación en Java que pertenecía a mi hermano. No sé por qué motivo ese libro tenía en su introducción un ejemplo en… JavaScript.
Pasé horas y horas de diferentes días intentando descifrar ese maldito código de programación que no era más que una calculadora. Pero no tenía forma de saber cómo era que funcionaba. A veces mi hermano me ayudaba explicándome conceptos, pero no podía hacerlo todo el tiempo.
En los noventa, no estaba difundida de forma tan amplia como en la actualidad.
No había ninguna fuente puntual dónde buscar explicaciones. No existían Google ni ChatGPT.
El conocimiento podía provenir del ámbito formal. La escuela y la universidad brindaban recursos para aprender, aunque estos eran forzosamente presenciales, guiados y dictados. No había libertad total en lo que se aprendía en la educación formal (y no lo digo como crítica).
Hasta que un día, se hizo la luz.
Apareció internet y con ella se extendió la documentación oficial de los lenguajes de programación y de las librerías y frameworks. También surgieron los foros, los blogs y los tutoriales. De pronto, había manuales online que se podían leer para aprender a programar.
El formato video todavía estaba lejos, pero el material de consulta se encontraba a solo unos clics de distancia.
La información fue creciendo y un día tuvimos a Stack Overflow, fuente de toda razón y discusión.
Y así llegamos al día de hoy…
Mucha información… ¡Qué bien!
Hoy en día es tan fácil como abrir YouTube y encontrar cientos de tutoriales en video sobre programación. Los hay para todas las tecnologías que te puedas imaginar y en todos los idiomas, incluido el español.
Al mismo tiempo, toda librería o framework tiene su web con documentación y tutoriales sobre cómo se usa. Incluso los proyectos más pequeños de GitHub tienen su Readme.md para guiarte en la instalación y uso básico.
Si te interesa más que aprender temas sueltos, tenés plataformas como Udemy donde podés hacer completos cursos que duran 50 horas o más. Comienzan con lo más básico y llegan a lo más avanzado. Los mejores cursos cuentan con explicaciones a cargo de profesionales de la informática que no dejan un solo concepto sin explicar. Y todo esto, en idioma español.
Hoy en día, para aprender a programar basta con entrar a YouTube para encontrar miles de videos en diferentes idiomas.
Como si fuera poco, en estos últimos años apareció ChatGPT, la inteligencia artificial que, lejos de reemplazar a nadie, sí se erige como una herramienta importante. Esta puede servir como asistente a la hora de programar, pero también como guía a la hora de aprender.
Es tan fácil acceder a la información y aprender a programar hoy en día… Mi yo del pasado estaría extasiado de tener tantas posibilidades para educarse sin salir de casa.
Sin embargo, con este panorama, tenemos otro problema: la saturación de nuestra mente ante tanta novedad y necesidad de actualización constante.
Demasiada información… ¡Qué mal!
Un día entrás a YouTube y ves un thumbnail de un tipo con cara de desaprobación. El título del video es «Todo lo que estás haciendo mal en React». Al lado de ese, un streamer analiza las nuevas funciones que se están añadiendo a JavaScript este mes.
Decís, «Bueno, ya iré viendo todo eso».
Pero abajo te sale otro video que habla sobre cómo manejar microservicios en la nube, tema del que no tenés idea. Al costado hay uno que reza «Los comandos de Linux que todo programador debe conocer».
Te vas de YouTube, entrás a LinkedIn y ves un post que alguien compartió en el que te dicen que X tecnología ya no va más. Ahora se va a usar la tecnología Z.
Cerrás LinkedIn. Entrás a GitHub para ver cómo van tus proyectos y ves todas las actualizaciones que otros programadores están haciendo. Lees nombres de tecnologías que te suenan. Aparece esa tecnología Z de nuevo, pero no tenés tiempo de investigar. ¿Debería estar con eso?, pensás.
Siempre habrá un tema, un concepto, una entrada de blog, un tutorial, un video, un curso o algo que quieras aprender, pero no te da el tiempo para todo.
Volvés a YouTube y los videos de la home se refrescaron. Ahora aparece un indio que te dice que no hay que estudiar nuevas tecnologías, sino los fundamentos de programación. Te parece interesante. Entrás al video y ves que es la primera parte de una serie de 25 videos, de una hora cada uno. Lo ponés en Ver más tarde para poder hacerlo cuando tengas algo de tiempo.
En X seguís a varios programadores que tenés como referentes. Uno de ellos saca un nuevo curso en Udemy: «React + Programación en Z» la tecnología esa que habías visto, pero que todos nombran y usan, pero que vos no tenés idea ni para qué sirve.
Y así podríamos estar todo el día. Supongo que ya habrás captado la idea.
Siempre hay un tutorial, un curso, un video, un artículo de blog para consumir. Pero no te da el tiempo para cubrir y aprender todo. Sentís que la ola de la novedad y la sobre información te va a tapar. Pensás que te estás desactualizando y que pronto te va a reemplazar una cafetera que puede escribir código en Z.
Tu mente dispara un montón de pensamientos que te hacen sentir mal. Aparece la frustración.
Cuando sientas demasiado agobio, ese es el momento de parar la pelota.
Parar la pelota y ponerse a programar
Toda esta saturación de información tiene que detenerse. De lo contrario, no solo te vas a estresar, sino que tu mente va a terminar en modo divergente. Lo contrario de lo que necesita un programador.
Lo que te recomiendo que hagas a continuación no es para siempre, sino por un tiempo prudencial.
Ignorá las novedades (por una o dos semanas)
Ignorá los videos de YouTube. En todo caso, si alguno te parece realmente interesante, anotalo para verlo más adelante.
No le des bola a Z. He visto pasar miles de Z que eran la sensación del verano y ahora están enterrados y olvidados. Si Z crece y se convierte en una tecnología importante, ya vas a tener tiempo de aprenderla.
No entres a X que está lleno de bros vendehumos cuya temática va variando según la moda. Del mismo modo, ignorá las publicaciones que sientas que te están saturando de LinkedIn.
Evitá llenarte de cursos online
Abstenete de comprar y hacer otro curso. Al menos hasta que tengas algo de tiempo. Los cursos online son geniales, pero lamentablemente se roban demasiado tiempo de nuestras vidas.
Ponete a programar un único proyecto
Sentate a escribir código para un proyecto. Uno solo. De nuevo, no diverjas. No dividas tu atención en cursos, tutoriales y videos. Sí podés mirar videos o leer entradas de blog que te ayuden a enfocarte en tu proyecto.
Ese tiempo que vas a estar dedicando a un sólo objetivo no es tiempo perdido. Vas a estar capitalizando mucho del conocimiento que ya tenés. De este modo lograrás afianzar temas básicos, pero también fundamentales.
Una cosa a la vez
Incluso si decidís aprender varios temas al mismo tiempo, te recomiendo que no estés saltando de uno a otro. Lo mejor es concentrarse por periodos largos en una cosa en particular.
No dejes que la información te sature
Es posible que no tengas tiempo para un proyecto grande. Bien, comenzá con algo pequeño. Tomá algo de código que hayas escrito últimamente y que consideres que es útil e intentá modularizarlo.
Si no tenés nada de código, buscá algunos de los tantos proyectos clones que se recomiendan hacer (clon de Facebook, clon de Twitter, clon de Spotify) o cualquier otra cosa. La única condición es que te obligue a leer y escribir código.
Ponete con eso y desconectate de YouTube, LinkedIn, X y todas las fuentes de información que te saturen. Hacelo durante una semana o dos.
Te aseguro que vas a ganar en conocimientos y en confianza. Al mismo tiempo, se va a reducir tu frustración.
Después de ese tiempo prudencial, habrá que reconectarse con el planeta Tierra y ver en qué anda todo. Pero ahora, sabiendo que si te volvés a saturar podés volver a aislarte cuantas veces necesites.
Más contenido en Crónicas Freelancer
Espero que este artículo te haya gustado. Soy programador y últimamente me he sentido así como describo en este post. ¿Te pasa a vos también? Dejame un comentario al final del artículo.
Si estás buscando hosting web o servicios en la nube para tus apps, te recomiendo Digital Ocean. Seguí este enlace para obtener US$ 200 de crédito para usar en un periodo de 60 días.
Te invito a que me sigas en las redes: LinkedIn, X, GitHub e Instagram. También estoy en CodeWars, plataforma que te recomiendo para practicar ejercicios de programación.
También te podés suscribir a la lista de correo de este blog para recibir las novedades en tu correo electrónico.
Eso es todo. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Hasta la próxima.