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Maastricht, tres días en el sur de los Países Bajos

Maastricht es una ciudad que se encuentra en la provincia de Limburgo, en el sur de los Países Bajos, cerca de la frontera con Bélgica. En este artículo te voy a contar sobre los tres días que pasé allí. Cómo es la ciudad y qué actividades hay para hacer.

Haré un repaso por los lugares destacados para visitar y te daré mi impresión general de la ciudad.

Ubicación

Primero que nada, vamos a ubicarnos en el mapa. ¿Dónde queda Maastricht? Se encuentra en el sur de los Países Bajos, en ese pedacito super angosto llamado Limburgo que parece atrapado entre Bélgica y Alemania.

Maastricht está atravesada por el Río Mosa (Maas en neerlandés), que se origina en Francia y atraviesa Bélgica y desemboca en el Mar del Norte.

No confundas Limburgo con TIlburgo, que es una ciudad bastante importante, pero que se ubica en la provincia de Brabante del Norte (Noord-Brabant, en neerlandés).

La distancia de Maastricht a Amsterdam es de unos 200 km. y se puede llegar a en tren. En mi caso, fui desde La Haya, haciendo un trasbordo en Eindhoven utilizando los trenes interurbanos. El costo del pasaje fue de 27 euros.

Al estar tan cerca de Bélgica y de Alemania, Maastricht se encuentra a 100 km.  de Bruselas y de Amberes; y a aproximadamente la misma distancia de Dusseldorf, Colonia y Bonn.

Un poco de historia

Antigua y medieval

La historia de Maastricht se remonta al paleolítico pero se cree que fueron los celtas los primeros en habitar la zona. Luego, toda esa zona formó parte del mundo romano.

Durante la Edad Media, el armenio Servacio de Tongres se convirtió en el primer obispo católico de los Países Bajos allí en Maastricht. Esto dejó una onda huella que se percibe hasta nuestros días. El obispo pasó a ser San Servacio (Sint Servaas), el protector de la ciudad.

Edad moderna

Maastricht soportó dos asedios. El primero, por parte de los españoles, en 1579, que terminaron saqueando la ciudad. Luego, por los franceses a las órdenes de Luis XIV y con el Conde de D’Artagnan como capitán de los mosqueteros.

Los franceses se apoderaron de la ciudad durante 6 años hasta que volvió a formar parte de los Países Bajos en 1679 con la Paz de Nimega. Pero durante las guerras revolucionarias, los franceses nuevamente se anexaron Maastricht hasta 1814.

Maastricht y la Revolución belga

En 1815, tras las Guerras Napoleónicas, las provincias del Reino de los Países Bajos entraron en guerra. El sur católico se liberó del norte protestante y así se formó Bélgica.

Maastricht, a pesar de su afinidad religiosa y cultural con las provincias independizadas de la nueva Bélgica, permaneció fiel al Rey de Holanda.

Sin embargo, cierto espíritu independentista sobrevive y las diferencias con el resto de los Países Bajos es marcada. Basta caminar un poco por las calles para descubrirlo.

Como te contaba antes, Maastricht está geográficamente más cerca de la capital de Bélgica que la de Holanda y también de muchas ciudades importantes de Alemania. La influencia cultural es natural.

Además, las personas de Limburgo tienen su propio lenguaje, el limburgués, que es una lengua franca hablada por más de un millón y medio de personas entre Países Bajos, Bélgica y Alemania.

Segunda Guerra Mundial

En mayo de 1940 Maastricht cayó en manos de los alemanes en la Batalla de Maastricht.

La ciudad tuvo que esperar más de 4 años hasta el 13 y el 14 de septiembre de 1944 en el que fue liberada por el Ejército de Estados Unidos. Fue la primera ciudad de los Países Bajos en obtener su libertad nuevamente.

En la ciudad se encuentra un monumento a la 30a. División de Infantería de Estados Unidos, apodada Old Hickery. También descubrí una placa en uno de los puentes, lo que me hace creer que puede haber más referencias a la Segunda Guerra Mundial a la vista en otras partes de la ciudad.

Actualidad

Actualmente Maastricht es el nombre de la ciudad y también del municipio de Limburg donde se encuentra. En total, en la ciudad viven unas 120.000 personas.

La Universidad de Maastricht es una de las más importantes de los Países Bajos y es de lo más destacado de la ciudad. A pesar de que la ciudad es antiquísima, la universidad fue fundada recién en 1976. Actualmente tiene aproximadamente 20.000 estudiantes.

Un dato más que te puede interesar es que Maastricht es la cuna del violinista y director de orquesta André Rieu. Alguna vez se me ocurrió mirar las giras que suele hacer este músico con toda su orquesta y descubrí que suele tocar muy seguido en su ciudad natal.

El violinista y director de orquesta André Rieu es originario de Maastricht

Lamentablemente, como visité Maastricht en plena pandemia, no pude ni considerar la opción de chequear a ver si coincidía alguna fecha ya que no hay recitales. Ojalá tenga la oportunidad en el futuro.

Primeras sensaciones

Maastricht está separada en dos por el Río Mosa

Al salir de la Estación Central de Maastricht y caminar un poco por las calles ya se percibe cierto aire de familiaridad, pero no con Holanda.

Las calles son más anchas y las veredas también. La arquitectura es diferente. Los edificios presentan balcones franceses y algunas mesas de café en esquinas me transportaron a Bruselas, París o incluso Buenos Aires.

Una bandera se repetía una y otra vez. Roja y con una estrella blanca descentrada. Parecía la bandera de algún país comunista, pero se trataba por supuesto de la bandera de la ciudad.

No sé cuál es la magia que tienen los ríos, pero las ciudades que son surcadas por ellos tienen un aire especial que las hace hermosas. Es el caso de Maastricht con su Río Mosa.

Podría decir que la ciudad está dividida en dos no sólo por el río sino también por su antigüedad. La estación de tren está del lado moderno así que para ver lo más antiguo hay que cruzar algunos de los puentes.

Típica calle adoquinada en Maastricht, Países Bajos

Imágenes católicas se repiten por toda la ciudad. Hay cruces y vírgenes por todos lados, tanto en espacios públicos como privados. Esto me llamó mucho la atención porque no lo noté en Bélgica ni tampoco en otras ciudades católicas que he visitado como ‘s-Hertogenbosch.

A pesar de que en los Países Bajos el clima en general es frío, no lo sentí en Maastricht hasta que al llegar al río apareció su amigo inseparable, el viento. Ahí sí fue el momento de cerrar la campera hasta arriba y soportar algunas ráfagas fuertes.

Los tres días que estuve en Maastricht estuvo nublado, aunque hubo momentos donde salió el sol. El último día fue de una lluvia bastante fuerte, típicas del mes de mayo por estos lugares.

¿Qué ver y hacer en Maastricht?

Caminar por la calles y cruzar los puentes

El Sint Servaasbrug, en Maastricht

Lo primero y más sencillo de hacer es salir a caminar y perderse por las calles de Maastricht, tanto de día como de noche. Al cruzar hacia la parte antigua de la ciudad encontrarás, entre calles adoquinadas, la mayoría de las atracciones de la ciudad. Pero eso no significa que el resto no tenga su atractivo.

Hay dos puentes principales. El Sint Servaasbrug es el más antiguo y al que seguro le vas a querer sacar más fotos. Lo ideal es hacerlo desde el Wilhelminabrug que es un puente más moderno.

Un tip importante es que ambos puentes están conectados por un angosto muelle por el que se puede transitar libremente. Es prácticamente como estar en el medio del Mosa.

Vayas para donde vayas es probable que te topes con el plein o plaza principal de la ciudad. Una explanada de baldosas, con algunos edificios importantes alrededor.

¿Qué es ese aroma que sentirás por ahí? Los plein son también lugar de restaurantes, cafés y puestos de comida al paso como churros y waffles.

Si lo tuyo es el running, por lo que pude apreciar, Maastricht es una de las ciudades que presenta mejores circuitos para dar vueltas con paisajes espectaculares. Y lo mejor de todo es que hay menos gente en comparación con otros aglomerados.

Además de calles antiguas, Maastricht tiene parques cuidados con arroyos, fuentes y algunas otras particularidades como esculturas.

Con apenas alejarte un poco del centro de la ciudad vas a notar que la zona que la rodea es bastante rural. Se ve mucho más verde, aparecen campos sembrados e incluso corrales con animales.

Subir y caminar por la muralla

En Maastricht se puede subir y caminar por la muralla.

Maastricht fue una ciudad amurallada y parte de la muralla todavía está vigente. Verás los ásperos muros de piedra y algunas atalayas bajas, todo esto adornado con antiguos cañones.

Si bien hice un seguimiento de la muralla, encontré dos lugares en los que se puede subir y caminar por ella. Estas entradas no están siempre habilitadas porque de noche cierran.

Iglesias católicas

Maastricht tiene muchas iglesias, las cuales podés apreciar desde la rivera o desde los puentes. Destacan por sus cúpulas altas y medievales.

La más importante de estas iglesias es la de San Cervasio, el santo patrono de la ciudad. El edificio presenta una arquitectura románica y fue construido en diferentes periodos comenzando en 1225. Se erigió sobre la tumba del mismo San Cervasio.

Tuve la oportunidad de entrar a la basílica que es un lugar de peregrinación y que fue visitado por el Papa Juan Pablo II en 1984.

Si bien la iglesia de San Cervasio es la más importante, la que se roba las miradas es la Iglesia de San Juan (Sint-Janskerk) que está al lado. Resalta el estilo gótico y especialmente, el color rojo con el que está pintada.

Otra iglesia destacada es la Basilica de Nuestra Señora (Basiliek van Onze Lieve Vrouwe), que al igual que las otras dos, se encuentra en el oeste, la parte antigua de la ciudad.

Book Store Dominicanen

Book Store Dominicanen en Maastricht

Si te gustan los libros y la cultura como a mí, no podés dejar de ir a la librería Dominacanen. Se trata de una librería emplazada dentro de una antigua iglesia.

El lugar es maravilloso y en los niveles superiores vas a poder sacar fotos del lugar.

Respecto al catálogo de libros, como ocurre en otros lugares de Holanda, diría que la proporción de obras es de 80% en neerlandés y un 20% en inglés.

En uno de los anaqueles de los niveles superiores me topé con una sección bajo el título de «Foreign languages» (sí, así en inglés), donde había obras en español. Encontré «La Invención de Morel» de Adolfo Bioy Casares y dos ejemplares de «Ficciones», de Jorge Luis Borges.

No me podía ir de una librería tan hermosa con las manos vacías. Me llevé «La Guerra de los Mundos» de H. G. Wells y Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons. Sí, la librería también tienen una pequeña sección con cómics y mangas.

Dentro de la librería hay también una pequeña cafetería, ideal para tomarse un café y hojear libros. Lamentablemente, como visité la cafetería en pandemia, no se podía consumir dentro del local, así que no pude disfrutar de ese hermoso placer que es combinar los libros con el café.

Tomar algo al lado del Río Mosa

Maastricht, desde la terraza de un café

En la costanera del Mosa hay bares, cafés y restaurantes con mesas en la calle para disfrutar de la vista y de una buena comida o de un buen trago.

Las restricciones de la pandemia obligaban a cerrar a estos locales a las 20:00. Tiempo suficiente para que los holandeses cenen ya que lo hacen entre las 18:00 y las 19:00. Pero demasiado temprano para mi esposa y para mí que mantenemos costumbres rioplatenses.

Me tomé una La Chouffe mientras contemplaba el paisaje. Desde cualquiera de las terrazas, se pueden ver las cúpulas de las iglesias que te mencioné antes, los puentes, los barcos de carga que pasan bastante seguido y el cielo extenso, que en mi caso, se mantuvo nublado casi toda mi estadía.

Estrellas de Maastricht

Una estrella de Maastricht justo antes de que se venga la lluvia

Si bien puede ser algo bastante menor, en Maastricht encontré dos (y quizás haya más) estrellas de Maastricht con la inscripción «meet Europe». Se tratan de estrellas grandes cuyo único objetivo es que te saques una foto con ellas al lado.

¿Cuál es la relación Europa / Maastricht? La ciudad de Maastricht fue donde se firmó el tratado homónimo en 1992. Este es el tratado fundador de la Unión Europea.

Molino de agua

Del lado de la ciudad vieja hay un antiguo molino de agua que sigue activo hasta el día de hoy. Se trata del Bisschopsmolen.

Si bien no es la gran atracción, es probable que si andás recorriendo Maastricht pases caminando cerca así que no te cuesta nada pasar, verlo en actividad y sacarle una foto.

Museos

En Maastricht hay varios museos que lamentablemente no pude visitar porque estaban cerrados por la pandemia. Justamente reabrieron tres días después de mi visita.

El primero y más importante es el museo de arte Bonnefanten, fundado en 1884. Pude ver el edificio por fuera y lo llamativo es que ¡parece un cohete!. La explicación es que fue trasladado en 1995 a un área industrial.

En el Bonnefanten hay colecciones de arte antiguo y moderno. Esto incluye algunas obras de Pieter Brueghel, el joven, o del gran pintor flamenco Peter Paul Rubens.

El otro museo importante es el Natuurhistorisch Museum Maastricht que está ubicado en un antiguo monasterio. Se trata de un museo de ciencia e historia, con colecciones de geología, paleontología y flora y fauna locales.

Fuerte Sint Pieter

Al oeste del Mosa y subiendo una cuesta (cuidado la gente mayor si va caminando), vas a encontrar el antiguo Fuerte Sint Pieter. Se trata de una estructura fortificada hexagonal a la que podés entrar y caminar por dentro aunque no hay absolutamente nada para ver.

Cerca de allí tenés las entradas al Maastricht Underground, que son las cuevas de la ciudad y donde podés descubrir su historia a través de una visita guiada.

Me encantaría contarte qué vas a encontrar allí abajo, pero no tuve la oportunidad de entrar, nuevamente por las restricciones de la pandemia.

Estatua de D’Artagnan

Estatua de D’Artagnan en Maastricht

Charles de Batz de Castelmore, el Conde de D’Artagnan, fue el Capitán francés que comandó a sus mosqueteros para sitiar la ciudad de Maastricht en 1579.

En el sitio, D’Artagnan perdió la vida en un combate nocturno. En ese mismo lugar hoy se erige una estatua en su honor.

¿Por qué erigir una estatua a un enemigo? Bueno, en algún punto la estatua mezcla al verdadero D’Artagnan con el personaje creado por Alejandro Dumas.

Dumas se basó en el soldado francés para escribir las aventuras de los mosqueteros (si es que realmente las escribió él ya que se cree que en realidad fueron escritas por un colaborador suyo, Auguste Maquet).

Al pie de la estatua en Maastricht se lee en francés «Tous pour un, un pour tous», el famoso lema de los mosqueteros.

Para mí, el descubrimiento de esta estatua fue algo especial ya que siempre me gustó el libro Los Tres Mosqueteros. Además, D’Artagnan tiene una pose super heroica, con espada en mano. Desde ya que me saqué una foto con la estatua de uno de mis ídolos literarios.

Otros lugares para visitar

Maastricht, pasado un atardecer nublado

Hay muchos más lugares para conocer y visitar en Maastricht. Aquí intenté resumirte los que considero que son los más importantes y aquellos que más me llamaron la atención.

Un último tip adicional, cerca del Fuerte Sint Pieter y alejado del centro, hay un pequeño restaurante y café que se llama De Sjans B. V. En la parte lateral tiene un acceso a una terraza con una fuente.

Un lugar tranquilo para tomar algo, almozar o incluso cenar.  Atienden muy bien, los precios son normales y no me pareció que fuera un lugar que explote de gente. Está medio escondido, pero vale la pena descubrirlo.

Resumiendo

Maastricht es una ciudad para ir caminarla y recorrerla. Vas a encontrar una arquitectura diferente del resto de los Países Bajos.

Hay puntos destacados para visitar como las iglesias, los museos y la imperdible librería Dominicanen.

Puede parecer que está lejos del Randstad, que es la zona urbana más grande y que incluye Amsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht. Pero en realidad, no está a más de dos horas en tren.

Si estás viajando por Holanda o incluso por Bélgica o Alemania, considerá pasar por Maastricht para apreciar de esta antigua ciudad que no es tan conocida pero vale la pena visitar.

Categorías: Viajes
Alejandro De Luca: Soy programador web freelancer y blogger. Desde hace más de 6 años me desempeño de forma independiente. Reúno en este espacio experiencias y pensamientos sobre el modo de vida freelancer.

Ver comentarios (2)

  • Hola Alejandro! Estoy estudiando actualmente programación, con 17 años de edad, en un instituto, tengo muchas ilusiones, esperanzas, a la vez que dudas, pero... al leer uno de tus blogs en mentesliberadas, y luego visitar tu actual blog (Cronicas Freelancer), y darme cuenta lo agradable que es tu situación, viajando, escribiendo artículos Muy interesantes y gratificantes y sobre todo, haciendo lo que te gusta (Ser programador), me motivas a seguir con mi sueño, Gracias!

    • Me alegro, Alexander.
      No puedo mentir. Yo tuve mucha, muchísima suerte. Sin embargo, gracias a mi trabajo como programador y como blogger, pude ahorrar para aprovechar algunas oportunidades que se me presentaron. Esas fueron las que me permitieron viajar.
      ¿Qué quiero decir con esto? Que te capacites, estudies y trabajes duro, pero que también estés atento a las oportunidades que se aparecen. A veces hay que tomar decisiones drásticas en la vida y son las que hacen la diferencia para poder vivir mejor.
      Seguí metiéndole a la programación y armá tu carrera de forma inteligente.
      Saludos