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YouTube y la generación de cristal

Recientemente noté, al igual que todas las personas, que YouTube retiró de sus videos el contador de «No me gusta» que recibe un video.

Por lo poco que pude investigar, el motivo de este cambio está relacionado a la intención de evitar que los creadores sean hostigados en esta plataforma. O al menos eso leí en este artículo: YouTube is hiding dislike counts in an effort to protect content creators from harassment.

Aparentemente, hay usuarios «malintencionados» que le dan dislike a los videos porque sí. Entonces, los creadores de contenido se deprimen y se ponen mal. Pobrecitos ellos.

Se me disparan dos pensamientos sobre esto. Uno pragmático y otro más bien filosófico.

Tiempo malgastado para el usuario

Supongamos que la idea de «proteger» al creador de contenido sea realmente una necesidad. Personalmente no lo creo, pero bueno, supongamos que así es.

¿Vale proteger al creador de contenido pero al mismo tiempo hacerle perder tiempo al usuario?

Porque es el usuario el que utiliza el sistema de likes y dislikes para orientarse en cuanto a si merece o no dedicar tiempo a mirar un contenido. Y el tiempo del usuario es algo fundamental.

Hay que tener en cuenta que no todo el mundo usa YouTube para recrearse.

Yo, por ejemplo, soy programador. En general, utilizo algunos sitios especializados para investigar o encontrar soluciones técnicas, como el famoso Stack Overflow.

Sin embargo, una vez cada tanto tengo que entrar a YouTube para ver alguna explicación, o encontrar una solución puntual a un problema (que generalmente aporta un indio, aunque ese es otro tema).

En este contexto, el sistema de dislikes es fundamental para saber si el video en cuestión, que puede durar 5 minutos o más, es realmente una solución.

De no serlo, puede empeorar todo, o simplemente hacerte perder tiempo de tu vida. Lo cual no es poco en los tiempos que corren.

Creadores frágiles

Me sorprendió saber que YouTube le sigue mostrando al creador de contenido la cantidad de dislikes que recibe. Así que si su video es una basura, verá que tiene, por ejemplo, 7.000 dislikes y 20 likes (seguramente de su familia y amigos).

¿Evitará esto que se sienta mal y se ponga a llorar?

Yo soy creador de contenido desde hace más de 15 años. Si bien no estoy en YouTube, estoy y he estado en todas las otras plataformas y redes sociales.

Los comentarios de mierda y los dislikes están ahí y los sigo recibiendo hasta el día de hoy.

Es parte de las reglas de juego. Y no me parece mal. Generás contenido (bueno o malo, eso es subjetivo) y recibís a cambio un review o un comentario negativo. Es algo inevitable no sólo en internet sino en la vida en general.

En la serie Cobra Kai, el incorrecto sensei Johnny Lawrence tiene una máxima. Palabras más o menos es:

«Si no podés aguantar la opinión de la gente, ¿cómo vas a aguantar un codazo en los dientes?»

Entender que las personas pueden pensar diferente a uno es fundamental. Significa respetar la libertad de expresión de los demás. Sí, incluso cuando nos tiran mierda a nosotros. Pero también es aprender a que lo que digan los demás no te importe nada.

Y además, comprender que la opinión ajena es lo mínimo malo a soportar. Hay cosas incluso mucho peores que ocurren en la vida y que están más allá de las palabras.

Tolerar la opinión de los demás es un ejercicio que la generación de cristal debería realizar para entender de una buena vez que el mundo no es ni va a ser nunca una utopía de amor y paz.

Categorías: Bitácora
Alejandro De Luca: Soy programador web freelancer y blogger. Desde hace más de 6 años me desempeño de forma independiente. Reúno en este espacio experiencias y pensamientos sobre el modo de vida freelancer.