En este artículo te voy a explicar por qué como freelancer elijo no trabajar para grandes organizaciones y organismos públicos o privados de tamaño considerable.
Es una decisión completamente personal que he tomado luego de varios años de experiencia trabajando de forma independiente y de conocer el funcionamiento de las empresas de ese tipo.
No intentaré convencerte, pero sí aportarte mi punto de vista. Vos sabrás qué es mejor para vos.
Empecemos, primero, con algunos beneficios de trabajar para organizaciones grandes
Contenido
Los beneficios de trabajar para organizaciones grandes
Encuentro tres motivos importantes por los cuales muchos freelancers buscan trabajar para grandes organizaciones:
- Pagan bien. Las grandes compañías suelen tener un nivel de ingresos mayor que el de una empresa pequeña o el de un trabajador independiente que contrata nuestros servicios. Por lo tanto, tiene la capacidad de pagar más.
- Aseguran un flujo de trabajo continuo. Se supone que una compañía grande tiene mucho trabajo para hacer. De hecho, este puede no agotarse nunca convirtiéndose en una fuente segura de trabajo.
- Aumentan el prestigio. Agregar al portfolio una empresa u organismo reconocido siempre viene bien. En muchas ocasiones es lo que te consigue el siguiente trabajo.
Estos tres argumentos son respetables. En mi experiencia, he comprobado que no siempre es tan así. No es mi idea refutarlos porque estos no son mitos sino que son tendencias ciertas.
Sin embargo, me ha pasado que una compañía grande me ha pagado poco o me ha demorado un pago durante demasiado tiempo, haciéndolo valer menos debido a la inflación (en esos casos hay que considerar cláusulas especiales o aumentar el presupuesto para cubrirse).
También me ha pasado que grandes proyectos de grandes empresas parecen ser fuente de trabajo ilimitado pero de la noche a la mañana estos se congelan por falta de presupuesto o se dan de baja por diferencias creativas o cambios de administración.
Por último, el tema del prestigio es irrefutable. Si en tu portfolio agregás una marca reconocida, vas a tener más chances de obtener más clientes en el futuro.
Los problemas de trabajar para compañías grandes
Ahora, más allá de mi opinión basada en mi experiencia, supongamos que realmente las grandes compañías pagan bien y aseguran un flujo de trabajo perpetuo.
Aun con todo eso, aparecen problemas. Problemas que quizás no veas venir de entrada, pero que surgen por la naturaleza misma que tienen las grandes organizaciones.
Te voy a contar las que he encontrado en mi camino como freelancer.
Demasiada burocracia
En general, las grandes compañías tienen unas cuantas reglas y también demasiada burocracia.
Llegar a un arreglo para convertirse en proveedor de una empresa de tamaño considerable puede no ser tarea fácil. Vas a necesitar tiempo para llenar formularios, enviar comprobantes y luego vas a tener que esperar a que los validen.
En algunos casos, es probable que mientras estés haciendo todos esos trámites ya te encuentres trabajando en lo que sea que necesiten. Esto será completamente extra oficial. Estarás en una situación irregular y pendiente de que finalmente te aprueben.
En otros casos, no podrás avanzar con el proyecto hasta que todos los papeles estén en regla.
Mayor exigencia
Algo que vas a notar trabajando para grandes compañías es que hasta el mínimo detalle tiene que tener la máxima calidad posible.
Por ejemplo, no vas a poder llevar una presentación a medio hacer y aclarar «que no está al 100%». Un cliente más pequeño puede comprenderte, porque en el fondo, se maneja con los mismos recursos que vos. Pero en una empresa grande no les interesa nada más que la perfección del resultado final.
En cuanto a los productos terminados, estos son analizados y validados a fondo. Cualquier disconformidad, por trivial que sea, será marcada como algo grave a corregir de forma urgente.
Quizás estés pensando que hay clientes pequeños que también son así de exigentes. Completamente de acuerdo. Pero no deja de ser un rasgo clave de las grandes compañías.
El hecho mismo que sean grandes hace que tengan a una persona asignada casi exclusivamente para evaluar el trabajo que estás entregando.
Internas y política
En las grandes organizaciones hay política, como ocurre en las naciones o en cualquier tipo de agrupación de seres humanos donde hay algo de poder y puestos limitados para controlarlo.
Esta política es interna, pero bastante a menudo contamina las relaciones externas de la empresa con los clientes y también con los proveedores.
Puede ocurrirte que el proyecto para el cual te solicitaron fue encargado por un ala de la compañía y, es posible, que exista otra ala que sea opositora y que esté en contra del proyecto y, por lo tanto, contra vos.
Tratar de mantenerse ajeno a la política interna de una compañía grande es algo prácticamente imposible. En cuanto pongas un pie como proveedor, estarás formando parte de algunos de los partidos internos que existen allí. Serás «del riñón» del contacto que te haya acercado.
Estas políticas internas hacen también que cuando hay un cambio de gestión, tu trabajo peligre.
¿Cómo se traduce todo esto? En estrés. Estrés que no tenés por qué soportar siendo freelancer. Si quisieras tener este tipo de estrés, estarías trabajando en relación de dependencia y no por tu cuenta. ¿No te parece?
Los freelancers también tenemos estrés, pero de otro tipo y, en mi opinión, más manejable.
Contradicciones
Más allá de la política y las facciones que hay dentro de una compañía o de una organización grande, también hay personas. Y cada persona tiene su punto de vista. ¡Eso es genial! El problema es que estas personas, a pesar de trabajar para la misma organización, a veces no se hablan.
Esto ocasiona que te pidan algo y que luego otra persona te pida exactamente lo contrario. Entre ellos nunca se tratan. Cada uno demanda algo y estas exigencias se pisan con las que ya tenías previamente. Llega un momento en el que ya no tenés bien claro a quién responder.
Lo bueno de este punto es que hay una solución relativamente sencilla de implementar. Cuando vez que esto ocurre, o cuando lo vislumbrás, te conviene pedir que haya una única autoridad del lado de la organización. También ayuda volcar los pedidos en algún documento digital al que todos tengan acceso y donde quede en evidencia quién pidió qué cosa.
Cobrar puede ser una tarea complicada
En toda compañía u organización grande existe un circuito de pagos sofisticado. Aquí vuelvo a hablar de burocracia, pero esta puede llegar a doler mucho más porque es la que permite que cobres por tu trabajo.
En general, te van a indicar cuántos días tenés que esperar para que se acredite el pago, pero puede ocurrir que eso no ocurra. En ese caso, vas a tener que moverte para exigir lo que te corresponde.
El gran problema aquí es que la persona que emite el pago no es la misma con la que tratás para hacer el proyecto. Es otra persona que probablemente no hayas conocido nunca.
Lo que se hace generalmente en estos casos es avisarle a la persona que tratás sobre el proyecto que tu pago todavía no llegó. Puede ser una situación incómoda, pero hay que hacerse valer.
Lamentablemente sé por experiencia que algunas compañías demoran los pagos de forma intencionada.
Obstáculos técnicos
Las grandes organizaciones suelen trabajar con un conjunto de tecnologías definido. Esto te obliga a tener que acoplarte porque, obviamente, no ocurrirá de forma inversa.
Entre los obstáculos técnicos que aparecen se encuentran medidas de seguridad como por ejemplo conexiones a VPNs, lo que condiciona mucho la forma en que trabajás día a día.
Después, podrá haber más o menos condicionamientos técnicos. En mi caso, con el mundo de la programación y los sistemas, las dificultades pueden multiplicarse.
En realidad, este tipo de obstáculos dependen de tu profesión. En algunas encontrarás más y en otras, menos.
Trabajo en equipo
Cuando uno se hace freelancer espera poder elegir trabajar de forma completamente autónoma, sin depender de nadie, o al menos, eligiendo con quién trabajar.
Por experiencia te puedo decir que trabajar sin interactuar con absolutamente nadie es algo que no existe. Hagas lo que hagas, en algún punto siempre habrá alguien con quien tengas que relacionarte aunque sea de forma mínima.
El problema con las grandes organizaciones es que a veces buscan formar equipos de freelancers para proyectos determinados. Esto hace que tengas que trabajar con otras personas. Algunas van a ser como vos, y te va a gustar compartir un proyecto con ellos, pero otras no.
Cuando se da el caso en que trabajar con otra persona (aunque sea a distancia) se vuelve un infierno, es cuando te empezás a preguntar cuál es la diferencia entre lo que estás haciendo y trabajar en relación de dependencia.
Así que tenés que saber que puede darse el caso de que te pidan que trabajes en conjunto con otros profesionales, sean freelancers o no.
Control
Dentro de las grandes organizaciones, son principalmente las grandes empresas las que están acostumbradas a emplear personas y controlarlas. ¿Qué pasa cuando contratan freelancers? Piensan que los pueden controlar de la misma forma que a sus empleados.
Si ves que te empiezan a preguntar cómo distribuís tu tiempo. O si ves que están inquietos porque el próximo fin de semana te estás yendo de viaje en vez de terminarles un proyecto que tiene fecha de entrega dentro de dos meses. O, incluso, si se empiezan a meter con tu vida privada, entonces están intentando controlarte.
Mi sugerencia es alejarte de este tipo de clientes. Está claro que pueden ser grandes compañías o dueños de pequeñas empresas. Sin embrago, es costumbre de las grandes organizaciones llevar el control a este nivel.
El siguiente y último punto tiene también que ver con este tema.
Locación
Este es un ítem que no se suele dar a menudo pero algunas compañías pueden solicitar que vayas a trabajar a su sede.
«No siempre, una vez cada tanto»
El problema será que, una vez que aceptes, estarás cediendo libertad y control. Te habrán convertido en un empleado y sin pagarte ninguno de los beneficios que te corresponden.
Personalmente considero que esta es una de esas reglas freelancers que no se deben romper.
Visitar a un cliente una vez cada tanto está perfecto. Pero si hay que movilizarse seguido a otro lugar para hacer el trabajo que tranquilamente podrías estar haciendo desde tu casa, una cafetería o un hotel, entonces te estás traicionando a vos mismo como freelancer.
Resumiendo: grandes compañías no
Por todos estos motivos que he enumerado considero que los perjuicios de trabajar para grandes organizaciones son mayores que los beneficios. Si lo analizo desde el plano emocional, creo que me han dado más dolores de cabeza que alegrías.
Por lo tanto, desde no hace mucho, he decidido rechazar proyectos de compañías y organismos grandes. Por supuesto que tengo la capacidad de hacer esto, primero que nada, porque hay otros clientes y puedo elegir. Sin embargo, todo esto no quiere decir que no considere algún proyecto en particular.
Si logran seducirme con algo que realmente me interese y me motive y si me garantizan ciertas condiciones, puede que llegue a hacer una excepción.
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Espero que este artículo haya sido de tu interés.
Eso es todo por este artículo. Espero que te haya sido útil. Como siempre digo, tené en cuenta que este es un blog y esta es mi opinión personal.
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Eso es todo. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme.
Hasta la próxima.
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